El futuro inmediato de la coalición tripartita que lidera el canciller federal, el socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz, se decide esta semana. Tras meses de división, roces y provocaciones entre los tres socios en el Ejecutivo federal, los líderes del SPD, Los Verdes y el Partido ... Liberal (FDP) tienen previstas varias reuniones para tratar de superar sus diferencias y con el fin de alcanzar juntos el fin de la legislatura que acaba el otoño próximo. La primera de ellas tuvo lugar sin que se haya dado información alguna al respecto en la noche de este domingo en la cancillería federal entre Scholz y Christian Lindner, ministro de Finanzas y presidente del FDP, que ha conducido a una situación insostenible en el seno de la alianza de gobierno.
Publicidad
Lindner presentó la pasada semana por sorpresa y sin consultar con sus socios una iniciativa de su partido para que el Ejecutivo dé un giro a su política económica para sacar al país de su estancamiento y volver a ser la gran potencia exportadora. Una propuesta en la que se distancia de la política pactada dentro de la coalición, exige «una revisión fundamental de algunas decisiones políticas clave» y, entre otras cosas un «cambio de curso» en materia medioambiental y de cambio climático. Ideas no pactadas que no han hecho sino agrandar la creciente grieta entre los socios del tripartito. El SPD se criticó la «fraseología neoliberal», mientras los ecologistas afirmaron que la propuesta es «una cortina de humo» y que lo que tiene que hacer el ministro «es preocuparse de los presupuestos».
Noticias relacionadas
Pero también desde la industria y el empresariado ha habido críticas contra Lindner. Tim Oliver Müller, gerente de la Confederación de la Construcción en Alemania, afirmó que la situación es demasiado seria como para convocar «actos simbólicos» en referencia a una cita a la que ha sido llamado por el ministro junto a los líderes de otros 22 sectores empresariales. «Dudo de que alcancemos grandes cosas en una reunión de dos horas con 23 representantes de la economía», afirmó este martes Müller, quien considera que Lindner busca protagonismo convocando reuniones para la galería cuando «lo que hace falta ante la actual situación económica son actuaciones rápidas y consensuadas del Gobierno».
Alemania tiene actualmente las peores perspectivas económicas de todas las grandes naciones industrializadas. Existe la amenaza de un segundo año consecutivo de recesión, algo que sólo ha ocurrido una vez en la historia de la posguerra. Lindner achaca esta situación al exceso de burocracia, los elevados impuestos, los altos precios de la energía y la actual política climática. Pero lo que también quiere Lindner es resucitar a su partido y devolverle peso político. Desde que está en el Gobierno como el menor de los tres socios el FDP ha perdido electores y sufrido su salida de varios parlamentos regionales tras desastres en las urnas. Su popularidad es tan baja que, de celebrarse comicios anticipados, actualmente no lograría representación en el Bundestag, según confirman absolutamente todas las encuestas desde hace ya meses.
Entre tanto, Lindner asegura que no estaba previsto publicar su informe con las polémicas propuestas, que se trata de un documento interno. «Yo no lo he puesto en circulación, sino que ha habido una indiscreción», asegura el ministro, quien, pasando al contrataque, afirmó que no debe justificarse «quien hace propuestas para sacar al país de la crisis», sino aquellos otros «que no hacen propuestas propias». El vicecanciller federal, ministro de Economía y dirigente de Los Verdes, Robert Habeck, había planteado, sin embargo, hace una semana crear un fondo financiado con deuda para un programa de relanzamiento económico, que Lindner rechazó como impracticable por problemas constitucionales y de legislación europea.
Publicidad
Scholz tiene previsto entrevistarse varias veces con Habeck y Lindner los próximos días varias veces de nuevo por separado y quizás los tres juntos. Todos son conscientes de que su coalición es sumamente impopular y de que una ruptura de la alianza y un adelanto electoral supondrían una catástrofe para sus formaciones. Los últimos sondeos sitúan al SPD con un 16% de votos, un hundimiento histórico. Caídos además hasta el tercer puesto de la clasificación de partidos y adelantados por los conservadores de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) con un 32% de sufragios potenciales y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 18%. Pero también sus socios sufren de impopularidad. Los Verdes rondan un pobre 11% y los liberales un 3% o 4% que los deja sin diputados en la Cámara Baja.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.