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El pasado sábado se produjo en la localidad de Volnovaja, en la región de Donetsk bajo ocupación rusa, una terrible tragedia que conmocionó a toda la vecindad. Los nueve miembros de la familia Kapkanets fueron acribillados a tiros mientras dormían en su vivienda: el pequeño ... Nikita, de 5 años, su hermana Anastasia, de 9; la madre de ambos, su marido, los abuelos, el tío, su mujer y el hermano de la esposa, según la publicación Lenta.ru.
Este lunes el Comité de Instrucción de Rusia anunció la detención de dos sospechosos de haber cometido la terrible masacre, dos soldados llegados al frente tras alistarse mediante contrato, procedentes del Extremo Oriente ruso. Los investigadores señalan que, según datos preliminares, «el móvil fue un conflicto de naturaleza doméstica».
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En la víspera del crimen la familia celebró el cumpleaños de Tatiana Kapkanets, de 51 años. Al día siguiente, los cuerpos de las nueve víctimas fueron encontrados en sus camas, dentro de la casa que ocupaban en la calle Donétskaya de Volnovaja. Tras ser tiroteados, finalmente recibieron cada uno en la cabeza un tiro de gracia, o 'de control', como lo llaman en Rusia, para garantizar que estaban muertos.
Se asegura también que los asesinos utilizaron silenciadores en sus armas y llevaban dispositivo de visión nocturna. Las mismas fuentes señalaron que la electricidad en la casa se había cortado, lo que hubiera impedido a cualquiera de los inquilinos, de haberse levantado al escuchar algún ruido, ver a sus atacantes.
Los criminólogos aseguran que «las tácticas de movimiento de los sospechosos apuntan a acciones habituales de los grupos de combate en operaciones de limpieza de un edificio cuando se hace sin utilizar granadas». Los casquillos encontrados en el suelo de la casa «evidencian claramente suministros del Ejército ruso». El canal de Telegram VChK-OGPU informa de que no se alteró la colocación de los objetos en las habitaciones ni desapareció nada de valor. Fueron simplemente a matarlos por razones que nadie se explica.
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El canal de Telegram ruso Baza, tras hablar con varios vecinos, afirma que los masacrados habían tenido una fuerte discusión con desconocidos de uniforme sin distintivos. Un amigo de la familia, en conversación con periodistas, aseguró que en la tarde del 27 de octubre, un militar supuestamente de Chechenia llegó a la casa y quiso conseguir alcohol gratis, pero se lo negaron.
Según los vecinos, la familia vendía una producción ilegal, escribe el diario ruso 'Izvestia'. La fuente de Lenta.ru también cita las palabras de personas que presenciaron las trifulcas con «nativos del Cáucaso Norte» que llegaron en una moto y armados con ametralladoras. En el este de Ucrania combaten unidades del grupo checheno 'Ajmat'.
Otros testimonios, reproducidos por el diario ruso Moskovski Komsomólets, señalan que los desconocidos querían quedarse con la casa de los Kapkanets y supuestamente les conminaron a abandonarla. Sin embargo, los dos sospechosos arrestados no parecen tener nada que ver con Chechenia ni con ninguna otra república del Cáucaso Norte.
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