Secciones
Servicios
Destacamos
Tres drones disparados por el Ejército ucraniano a última hora del jueves intentaron impactar contra la central nuclear de Kursk, en la ciudad rusa de Kurchátov, sostenía este viernes en un comunicado la dirección de la planta, en cuyas informaciones se asegura que «el ataque ... no ha afectado al funcionamiento del complejo, que sigue operando con toda normalidad». También se reporta que no hubo daños en las instalaciones ni ha habido que lamentar víctimas.
La nota señala que «los reactores dos, tres y cuatro generan la potencia establecida, mientras que el número uno hace tiempo que está desconectado a la espera de su desmantelamiento». Tampoco se ha registrado una elevación anormal de la radiación, que, aseguran, se encuentra en sus «valores naturales». Sin embargo, el ataque, que no es el primero que sufre esta central nuclear, ha causado un gran revuelo en las redes sociales entre los partidarios de continuar la guerra contra Ucrania, algunos de los cuales una vez más proponen el empleo de bombas atómicas tácticas contra el país vecino.
Se da la circunstancia de que el miércoles, durante un bombardeo ruso con drones contra la parte oeste de Ucrania, fragmentos de los aparatos derribados alcanzaron edificios anexos a la central nuclear de Jmelnitski causando ciertos desperfectos. Las autoridades ucranianas señalaron que el objetivo principal de la incursión quizá pudo ser la propia planta nuclear, por lo que el bombardeo contra la central de Kursk podría ser la represalia.
En un bombardeo nocturno durante la pasada noche, un niño murió en la región de Sumi y en Izium, en la región de Járkov, muy próxima a la línea de frente, ocho trabajadores resultaron heridos en un ataque contra una unidad de bomberos, de ellos cuatro tuvieron que ser hospitalizados. Los canales de Telegram publican fotos del lamentable estado en el que ha quedado el edificio, indicando que al menos 13 vehículos del servicio contra incendios han quedado inutilizados.
La mayor parte de los bombardeos llevados a cabo en los últimos días por parte de las tropas rusas han sido sobre todo con drones de fabricación iraní. La Inteligencia británica asegura en su último informe que las Fuerzas Aeroespaciales rusas llevan más de un mes sin efectuar disparos con misiles de crucero, constituyendo «uno de los mayores periodos sin este tipo de ataques desde que estalló el conflicto», en febrero de 2022.
«Si bien Rusia aún es capaz de usar otras capacidades de ataque, la escuadrilla aérea de Largo Alcance ha sido el principal método a la hora de llevar a cabo bombardeos de precisión», lo que hace suponer que las fuerzas rusas «necesitan reducir la frecuencia de los bombardeos para reponer su menguante arsenal de cohetes de crucero», se subraya en el parte. La conclusión final es que Rusia se propone reservar los misiles recién fabricados «para utilizarlos este invierno contra las infraestructuras energéticas de Ucrania», algo que estaría realizando ya con drones como ha sido el caso de la central atómica de Jmelnitski.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.