Rusia se afianza en el Donbás mientras Ucrania realiza nuevas incursiones en Kursk y Bélgorod

Pese a estos supuestos aciertos de las fuerzas rusas, 400 personas más han sido evacuadas de varias poblaciones de la región de Kursk en las últimas 24 horas. En concreto de Glushkovo, Rilsk y Lgov. En una conferencia de prensa ofrecida en compañía del presidente Volodímir Zelenski, el comandante en jefe del ejército ucraniano, el general Oleksander Sirski, dijo que sus fuerzas están avanzando «entre uno y tres kilómetros» a través de la región rusa de Kursk. Informó de los combates que se están librado en la zona de Málaya Loknia, a unos once kilómetros y medio de la frontera con Ucrania.

Canales de Telegram de blogueros rusos aseguran que el ejército ucraniano estaba también atacando este viernes de forma incesante la localidad de Zhuravliovka en la región de Bélgorod, justo en la frontera con Ucrania y a menos de 40 kilómetros de Járkov. Algunos de estos canales, amonestados ya por las autoridades rusas por poner al descubierto detalles del desarrollo de los combates, insinuaban este viernes que cerca de Korenevo, localidad situada a 25 kilómetros de la frontera ucraniana, habría sido destruida otra columna de camiones y blindados del ejército ruso como sucedió el pasado día 9 en las inmediaciones de Rilsk. En esta ocasión, al parecer, las fuerzas ucranianas igualmente utilizaron cohetes estadounidenses Himars. Por el momento, el Ministerio de Defensa ruso no ha desmentido tal ataque.

Fuentes de Moscú informan también de la destrucción total del puente sobre el río Seim en la aldea de Glushkovo, que empezó a ser bombardeado el jueves por las tropas ucranianas, y de otro puente más al noroeste, también sobre el río Seim, en la aldea de Zvannoe, igualmente en la región de Kursk, logrando así bloquear y cercar a las fuerzas rusas que se encuentran en la zona de unos 670 kilómetros cuadrados situada entre el río y la frontera con Ucrania. Desde ese territorio Rusia probablemente esté bombardeando la región ucraniana de Sumi, fronteriza con la de Kursk, para tratar de detener la ofensiva ucraniana. Estos ataques rusos, según el ministro del Interior ucraniano, Ígor Klimenko, han obligado a evacuar ya de la región de Sumi a 21.000 habitantes y habrá que poner a salvo a otros 25.000 más en las próximas horas.

Mientras tanto, el ejército ruso se encuentra ya a menos de 15 kilómetros de la localidad de Pokrovsk y muy cerca de Chasiv Yar, ambas poblaciones en la región ucraniana de Donetsk. Varias publicaciones sostienen que la defensa ucraniana se ha debilitado en ese frente debido a que han transferido unidades para luchar en Kursk y Bélgorod. A este respecto, el asesor jefe de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, escribió este viernes en X que «si hablamos de potenciales negociaciones, subrayo, potenciales, tendremos que sentar a la Federación Rusa en la mesa de enfrente. Según nuestros propios términos. No tenemos absolutamente ninguna intención de suplicar: Por favor, ven a la mesa de negociaciones».

En cambio, prosiguió Podoliak, «contamos con la aplicación de medios probados y eficaces. Además de la económica y diplomática, tenemos también la herramienta militar». «Necesitamos infligir derrotas tácticas significativas a Rusia. En la región de Kursk vemos cómo el instrumento militar se utiliza objetivamente para convencer a la Federación Rusa de entrar en un proceso de negociación justo y honesto», afirmó el asesor presidencial. Otra herramienta importante, aseguró, «es influir en la opinión pública dentro de Rusia, que ya ha comenzado a modificarse después de que los combates se trasladaran de Ucrania al territorio ruso (…) los cambios negativos en el estado psicológico de la población rusa serán otro argumento a favor del inicio de negociaciones».