Rishi Sunak debuta como líder ante los correligionarios de su partido

Sunak llega a su primera conferencia como líder con cifras negativas en la estima de los votantes, según la firma Ipsos, y también entre los 700 miembros del partido sondeados por la publicación 'Conservative Home'. En esas circunstancias intenta ganar popularidad en las últimas semanas anunciando planes sobre asuntos que irritan a sectores de su propio electorado.

La publicidad de la Conferencia retrata a un Sunak concentrado en la lectura de documentos, subrayada la imagen por el eslogan 'Decisiones de largo plazo para un futuro brillante'. Pero el primer ministro ha dedicado sus últimos días a reforzar su imagen como amigo de los conductores, a los que promete la eliminación de zonas con tráfico restringido o con límites de velocidad de 35 kilómetros por hora.

La defensa de los automóviles ha sido acompañada de iniciativas confusas sobre la ralentización de los compromisos de descarbonización establecidos por anteriores gobiernos conservadores. Si la promesa de quitar a los ayuntamientos la competencia de limitar el tráfico ha alegrado a un sector del electorado, su alejamiento ambiguo del consenso precedente sobre reducción de emisiones habría, por contra, dañado su popularidad.

El largo plazo de Sunak hereda planes de su breve predecesora, Liz Truss, que abogó por la creación de zonas de inversión con ventajas fiscales y menos regulaciones. Sunak ha reducido su número pero mantiene esa política favorable al crecimiento en comarcas desindustrializadas. La rebaja de la inflación y del problema migratorio ocupan buena parte de su tiempo ahora.

Los miembros del partido han apoyado en los últimos años la decisión del 'Brexit', eligieron a Boris Johnson como líder y aceptaron la purga de sus parlamentarios más moderados y de algunos de los más ilustres para ejecutar la salida de la UE. Se mostraron en su mayoría partidarios de mantener a Johnson y su circo de cuatro pistas, y luego eligieron a Truss, que cayó en mes y medio.

A pesar de esos precedentes, conservadores bienintencionados creen que el regreso a una gobernación más normal, desde la elección de Sunak, será agradecida por los militantes y los electores. Pero un partido que gobierna desde hace 13 años no puede achacar a la oposición la responsabilidad de los problemas a los que se enfrenta la sociedad británica.

Las conferencias de partidos son reuniones para fomentar el debate y el entendimiento de altos cargos, autoridades municipales y miembros del partido antes del inicio del curso parlamentario. Los conservadores, a diferencia de sus rivales, laboristas y liberal-demócratas, no votan políticas propuestas por sus ejecutivas o por organizaciones de base. Los 'tories' escuchan y aplauden a sus líderes.

Los partidos se ponen de acuerdo sobre las fechas de sus conferencias para que cada uno acapare la atención de los medios durante ellas. El discurso del líder las clausura. En el caso de Sunak será el miércoles.