Putin releva otra vez al general jefe de las operaciones en Ucrania

De esta forma, el general Serguéi Surovikin, conocido por sus expeditivos métodos en Siria, que le valieron el apelativo de 'general Armagedón' y que fue nombrado al frente de las tropas rusas que combaten en Ucrania el pasado mes de octubre, ha sido ahora sustituido por el general Valeri Guerásimov, un hombre próximo a Putin que hasta ahora venía dirigiendo el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas del país. Esta información ha sido difundida por el Ministerio de Defensa ruso.

De igual forma, el titular de la cartera castrense, Serguéi Shoigu, ha nombrado como adjuntos de Guerásimov al propio Surovikin, al jefe del Ejército de Tierra ruso, el general Oleg Saliukov, y al 'número dos' del Estado Mayor, el general Alexéi Kim. Los cambios se justifican ante «la necesidad de una interacción más estrecha entre las distintas agrupaciones de fuerzas».

Se da la circunstancia de que Guerásimov ha estado mucho tiempo en el ojo del huracán y prácticamente oculto para los medios de comunicación por los fracasos del Ejército ruso en Ucrania. Se llegó hablar de su posible destitución. Lo que nadie esperaba es que se le encomiende a él el mando de las tropas en el país objeto de la invasión en un momento crucial de la campaña. Los analistas del Instituto Estadounidense para el Estudio de la Guerra (ISW) sugieren que el Kremlin quiere transferir a Guerásimov el peso y la responsabilidad de la guerra para ver cómo se desenvuelve.

A causa de la lentitud con la que discurre la guerra, los fallos en la cadena de mando, los problemas con la logística y el equipamiento, el repliegue en la región de Járkov y zonas del Donbás, además de la retirada de Jersón, y el alto número de bajas, Shoigu y Guerásimov han sido el blanco de las críticas de blogueros militares, del exjefe de las milicias separatistas de Donetsk, Ígor Guirkin (Strelkov), y del dueño y cabecilla de los mercenarios del llamado Grupo Wagner, Evgueni Prigozhin. Éste último trata de demostrar con sus hombres en Bajmut y Soledar que son los únicos capaces de cambiar el curso de la guerra y lograr la victoria en Ucrania que tanto ansía Putin.

Prigozhin anunció este miércoles haber logrado poner Soledar bajo su control mientras el Kremlin llamaba a «no apresurarse» en cantar victoria y Ucrania negaba tales informaciones. La agencia rusa RIA-Nóvosti publicó una fotografía del jefe de los Wagner con sus hombres asegurando que habían entrado en las minas de sal, información que el Ejército ucraniano desmintió subrayando que «Soledar era, es y siempre será ucraniana».

En declaraciones a la agencia AFP, el consejero de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ha señalado que «todo lo que está sucediendo hoy en Bajmut o Soledar constituye el escenario más sangriento de esta guerra», desencadenada por orden del presidente ruso el 24 de febrero del año pasado.

A juicio de Podoliak, Soledar es actualmente «el punto más caliente de la guerra (…) mucha sangre, muchos duelos de artillería, muchos combates cuerpo a cuerpo». El asesor presidencial reconoció que las pérdidas en las filas rusas son «enormes, quizás entre 10.000 y 15.000 efectivos desde el verano» en toda la zona de Bajmut y Soledar. Según su relato, «el Ejército ucraniano también está sufriendo bajas», aunque no detalló ninguna cifra concreta.

Por su parte, la viceministra de Defensa ucraniana, Anna Maliar, en respuesta al anuncio de Prigozhin, dijo a través de su cuenta de Telegram que «siguen en curso intensos combates en Soledar (…) los rusos intentaron romper nuestras defensas y capturar completamente la ciudad, pero sin éxito». El Ministerio de Defensa ruso en un comunicado aseguró que «unidades aerotransportadas bloquearon las zonas norte y sur de Soledar. Las tropas rusas están atacando los bastiones enemigos. Fuerzas de asalto están ya luchando dentro de la ciudad».