Kim Jong-un apoyará todas las decisiones de Putin en su «guerra sagrada» contra Occidente

Antes del comienzo de las conversaciones, Putin, que se trasladó en avión y llegó antes, le mostró a Kim las instalaciones de la base espacial y en particular el cohete 'Angará', que, según las agencias locales, despertó el interés del norcoreano, está diseñado para poner en órbita grandes cargas y su desarrollo está prácticamente ultimado. Mientras, en ese momento, el Ejército de Pyongyang disparaba dos misiles sobre el mar de Japón.

Según la agencia Interfax, a Kim se le mostró el proceso de ensamblaje del 'Angará' y su zona de lanzamiento, todavía en construcción. También inspeccionó el vehículo de lanzamiento 'Soyuz-2'. Respondiendo a la pregunta de si Rusia ayudará a Corea del Norte a construir satélites artificiales para su puesta en órbita, Putin respondió que él y Kim habían venido al cosmódromo precisamente para eso.

Ya durante las conversaciones, el dirigente norcoreano afirmó que «Rusia se ha alzado para defender su soberanía y proteger su seguridad. Queremos desarrollar aún más las relaciones porque siempre hemos apoyado y seguimos apoyando todas las decisiones del presidente Putin y del Gobierno. Espero que siempre estaremos juntos en la lucha contra el imperialismo». «Y ahora para nuestro país la primera prioridad son las relaciones con la Federación Rusa», añadió.

El encuentro duró unas dos horas en formato ampliado, otra hora entre los dos dirigentes en solitario, más otras dos recorriendo previamente las instalaciones. Estados Unidos cree que ambos dirigentes discutieron, en primer lugar, el suministro de municiones de Corea del Norte a las tropas rusas que luchan en Ucrania. Como contrapartida, Kim quiere recibir ayuda alimentaria y tecnologías militar y espacial.

Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, durante la cumbre no se firmó ningún acuerdo ni declaración, pero, subrayó, que «se abordó todo de forma sustancial». En las negociaciones participaron, entre otros, los ministros de Exteriores, Defensa e Industria, Serguéi Lavrov, Serguéi Shogú y Denís Mánturov, además del viceprimer ministro, Alexéi Overchuk. Del lado norcoreano, también asistió una delegación numerosa, entre quienes estaban la hermana del máximo dirigente, jefa del aparato del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, Kim Yo-jong, y el ministro de Exteriores, Choi Song-hui.

Putin ofreció a continuación una comida a su invitado con platos típicos rusos, entre ellos el esturión, y específicos de la región de Primorie, el famoso cangrejo. Durante el brindis, el máximo dirigente ruso recalcó que las relaciones entre ambos países «se cimentaron durante la lucha de Corea por la libertad en 1945, cuando los soldados soviéticos y locales aplastaron hombro con hombro a los militaristas japoneses».

Según sus palabras, quieren «fortalecer la camaradería y la buena vecindad». «Actuamos en nombre de la paz, la estabilidad y la prosperidad en nuestra región común». Kim, a su vez, brindó «por una gran victoria del ejército y el pueblo de Rusia en la lucha sagrada para castigar la acumulación maligna que reclama hegemonía y alimenta ilusiones expansionistas».

Anteriormente, se había previsto que Kim y Putin se hubieran reunido en Vladivostok, ciudad portuaria rusa muy cerca de la frontera con Corea del Norte. Sin embargo, el cosmódromo Vostochni se encuentra en la región de Amur, a más de mil quinientos kilómetros de la ciudad donde este miércoles ha concluido el Foro Económico Oriental y en cuya sesión plenaria intervino Putin el martes. Este núcleo portuario del Pacífico se encuentra a 500 kilómetros del puente que separa ambos países en una de las divisorias internacionales más estrechas del planeta: una frontera terrestre de apenas 17 kilómetros.

Tras un viaje de varias horas, el tren con blindaje antibalas penetró en territorio ruso a primera hora de la mañana del martes y después Kim mantuvo un encuentro con el ministro de Recursos Naturales ruso, Alexánder Kozlov, presidente además de la comisión intergubernamental de Rusia y Corea del Norte, y con el gobernador de la región de Primorie, Oleg Kozhemiako, que acudieron a recibirle a la estación de ferrocarril. Esta reunión, según los medios de comunicación norcoreanos, «simboliza la importancia estratégica de las relaciones entre los dos países».

El encuentro entre Kim y Putin está considerado de máxima trascendencia internacional si bien una portavoz de la diplomacia china quiso dejar claro que tal reunión sólo concierne «a las relaciones entre esos dos países».

Más tarde, ya en declaraciones a medios de comunicación rusos, el jefe del Kremlin aseguró que contempla «perspectivas de cooperación militar» con Corea del Norte, pese a las sanciones internacionales contra el régimen de Pyongyang aplicadas por su programa nuclear y de misiles. «Rusia respeta todas esas restricciones. Pero hay cosas de las que definitivamente podemos hablar, las estamos discutiendo», afirmó Putin.

Explicó también que estos días Kim «tiene un amplio programa de visitas a fábricas militares y de aviación rusas en el Extremo Oriente del país». También, dijo, presenciará «una demostración de la Marina de guerra rusa en Vladivostok». Peskov indicó que Corea del Norte «tiene interés en explorar las posibilidades de cooperación en los campos de la aviación, el transporte y las infraestructuras. Es el primer viaje al extranjero del dirigente norcoreano desde el comienzo de la pandemia de Covid-19 y el segundo que realiza a Rusia. El primero tuvo lugar en abril de 2019.