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El presidente federal, Frank Walter Steinmeier, ha solicitado que no se impongan el odio y la violencia en Alemania pocos días después del atropello masivo en un mercadillo navideño de Magdeburgo con cinco muertos y más de 200 heridos. «El odio y la violencia no ... pueden tener la última palabra. No permitamos que nos dividan. Mantengámonos unidos», afirma Steinmeier en el tradicional mensaje de Navidad del máximo mandatario alemán, una grabación para televisión adelantada a los medios y que tuvo que rodarse de nuevo ante los acontecimientos en la ciudad germano oriental.
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Muchas personas en Alemania tendrán el corazón encogido estas Navidades, muchos estarán nerviosos e inquietos, quizá incluso asustados, comenta Steinmeier. «Todos estos sentimientos son comprensibles. Pero no deben dominarnos ni paralizarnos», prosiguió el jefe del Estado alemán, que, ante este y los numerosos retos del futuro, hace un llamamiento a los ciudadanos a concentrarse en los puntos fuertes del pueblo alemán «con los que ya superamos juntos grandes tareas y crisis en el pasado».
El presidente de Alemania hace referencia al espíritu comunitario y el empuje, la inventiva y la diligencia, el coraje y la ambición, así como la confianza en si mismos. «Nada de esto se nos ha perdido, todo esto sigue vivo, todo esto me lo encuentro casi cada día, y estoy convencido de que todo esto seguirá abriéndonos nuevos caminos en el futuro», afirma Steinmeier en su mensaje, con el que quiere animar y consolar a un país conmocionado por el salvaje atentado cometido por un psiquiatra saudí pocos días antes de Navidad.
«No estáis solos en vuestro dolor. La gente en todos los lugares de nuestro país siente y llora con vosotros», señala el presidente de Alemania al dirigirse a los allegados de las víctimas de Magdeburgo. El máximo mandatario alemán hace referencia también en su mensaje navideño a las guerras de Ucrania, Oriente Próximo y otros lugares del planeta, así como a la insatisfacción que reina entre una buena parte del pueblo alemán. «El tono en nuestro país se ha vuelto más áspero en la vida cotidiana y resulta a veces irreconciliable», advirtió Steinmeier.
El presidente federal alemán comenta también brevemente el fin de la coalición de gobierno del canciller federal, Olaf Scholz, y el adelanto de los comicios legislativos. «Que un gobierno llegue a su fin anticipadamente no es el fin del mundo, sino un caso que está previsto en la Ley Fundamental«, comenta Steinmeier, quien destaca que tomará la decisión sobre la disolución del Bundestag, el parlamento federal, y la convocatoria de nuevos comicios después de Navidad, para anunciarla el 27 de diciembre.
Frank Walter Steinmeier
Presidente de Alemania
Steinmeier tuvo que grabar de nuevo su mensaje navideño, que será emitido por televisión en la noche de este 25 de diciembre, tras el atropello indiscriminado y masivo en la capital del Estado federado de Sajonia-Anhalt. El máximo mandatario germano acudió ya el sábado a Magdeburgo para asistir a un oficio religioso en homenaje a las víctimas en su catedral, al que acudieron también, entre otros, Scholz y el primer ministro de Sajonia Anhalt, Reiner Haseloff, así como cientos de ciudadanos que abarrotaron en templo.
El autor del atropello masivo, el psiquiatra saudí Taleb Al Abdulmohsen, fue detenido poco después del atentado y se encuentra en prisión preventiva a la espera de juicio tras ser interrogado el sábado por un juez de instrucción. Apóstata y crítico del islam, así como simpatizante de la ultraderecha alemana, el sospechoso será procesado por un tribunal común, después de que la Fiscalía Federal, encargada de delitos de terrorismo y espionaje, desestimara este lunes el caso al considerar que carece de motivación política.
El principal órgano de la acusación pública en Alemania señaló que no considera al ciudadano saudí un terrorista tras conocerse que en el automóvil utilizado como un arma para arrollar a cientos de personas se había encontrado un testamento manuscrito del sospechoso con instrucciones para donar su fortuna personal a la Cruz Roja. El escrito no contenía referencia alguna a posibles motivos políticos que trataran de justificar la actuación de Taleb Al Abdulmohsen. Las autoridades dudan además de su salud mental.
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Entre tanto, Stephan Kramer, presidente de la Oficina para la Protección de la Constitución en el Estado federado de Turingia, responsable de los servicios de Inteligencia interiores de esa región vecina de Sajonia-Anhalt, ha atribuido el atropello masivo de Magdeburgo al «espectro de la extrema derecha alemana», con la que simpatizaba Al Abdulmohsen, quien consideraba que solo la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) lucha contra la migración ilegal en este país.
«Incluso si resulta sufrir un trastorno mental, los mensajes del presunto autor en Internet muestran que se ha radicalizado cada vez más en los últimos años, con vínculos con el extremismo de derechas», afirma Kramer en declaraciones a la Red de Redacciones de Alemania (RND), en las que se mostró seguro de que el delito «no fue un ataque de motivación islamista». Ante el delito del que se presume responsable a Al Abdulmohsen, Kramer destaca la relación causal «entre la radicalización en internet y los actos de violencia en el mundo real» como otros casos ya lo han demostrado.
«Los predicadores del odio y la agitación en Internet, ya sean islamistas o de extrema derecha, son en parte responsables de este tipo de atentados, de la propagación del miedo y el terror y del aumento de la disposición a utilizar la violencia en partes de nuestra sociedad en su conjunto», advierte el jefe de los servicios de inteligencia interiores de Turingia, quien califica de «repugnante» que cientos de extremistas de derechas se reunieran en el exterior de la catedral de Magdeburgo el sábado durante el oficio religioso en homenaje a las víctimas.
La propia Alternativa para Alemania niega curiosamente que el autor del atentado fuera simpatizante de la ultraderecha y pretende convencer al país de que se trata de un terrorista yihadista. «Ha sido el crimen de un islamista», aseguraba anoche en Magdeburgo Alice Weidel, presidenta de AfD y candidata de esa formación a la Cancillería Federal en las elecciones adelantadas del próximo 23 de febrero. Durante un mitin de su partido en esa ciudad ante cientos de seguidores, Weidel instrumentalizó descaradamente el atentado, pese a que Al Abdulmohsen es un apóstata crítico de islam, declarado admirador de AfD y seguidor de teorías conspirativas de la ultraderecha.
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