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Taleb al Abdulmohen, el psiquiatra saudí autor del atropello masivo con cinco muertos y más de 200 heridos en el mercadillo navideño de Magdeburgo, ya amenazó en 2013 con cometer un acto terrorista, según desveló este domingo el Ministerio del Interior del estado federado septentrional ... de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Durante su formación especializada protagonizó una disputa sobre el reconocimiento de los resultados de los exámenes. Al parecer, el sospechoso amenazó por teléfono a la asociación médica oficial que ofreció el curso con acciones que «atraerían la atención mundial y se refirió al ataque al maratón de Boston el 15 de abril de 2013, que tuvo lugar dos días antes de esa comunicación y en que dos islamistas mataron a tres personas e hirieron a más de 260 con artefactos explosivos de fabricación propia.
Al tener conocimiento de este anuncio las fuerzas de seguridad procedieron a registrar el apartamento de Al Abdulmohsen y se comprobaron también sus medios electrónicos. Sin embargo, los investigadores no encontraron pruebas de una «preparación real para un ataque». Todo se saldó con una multa impuesta en septiembre por el tribunal de distrito de Rostock, que le condenó a pagar cuotas de diez euros durante noventa días por «perturbar el orden público con amenazas de cometer delitos».
Según el Ministerio del Interior, el autor vivió desde octubre de 2011 hasta enero de 2016 en Stralsund, donde realizó parte de su formación académica. Incluso después de las amenazas las autoridades ayuda oficial, ya que en enero de 2014 se presentó en la oficina estatal y pidió apoyo financiero. También entonces se cree que advirtió que haría algo que sería recordado durante mucho tiempo o con quitarse la vida. Fue visitado preventivamente por la Policía, sin que se tomara ninguna medida punitiva contra él.
Más tarde, en octubre, presentó una queja ante el Ministerio del Interior, por la sentencia de Rostock y profirió comentarios insultantes hacia los jueces. Les calificó de racistas y afirmó que iba a conseguir un arma para vengarse. Según distintas fuentes, en septiembre de 2015 llamó a la Cancillería para proseguir con sus protestas. Sin embargo nunca fue considerado como un hombre altamente peligroso.
Al Abdulmohen ingresó este domingo en prisión preventiva tras prestar declaración ante un juez de instrucción, que le acusó formalmente de asesinato quíntupla e intento de asesinato y lesiones peligrosas del resto de sus víctimas, según informó la policía local de Magdeburgo, que destacó que actuó en solitario ante la falta de indicios de la existencia de cómplices.
El hecho de que su caso sea asumido hasta ahora por la Justicia de la ciudad germanooriental, capital del estado federado de Sajonia Anhalt, indica que los investigadores desechan por el momento que su acción sea valorada como un atentado terrorista. De haber sido así, el sospechoso habría pasado a manos de la Fiscalía Federal, responsable de los casos de terrorismo y espionaje, y trasladado a Karlsruhe para ser presentado ante un juez de instrucción del Supremo. No se descarta que esto suceda finalmente.
La Policía germana detalló además que los cinco fallecidos en el mercadillo navideño de la ciudad a orillas del río Elba son cuatro mujeres de 45, 52, 67 y 75 años, así como un niño de 9. Todos perecieron por las heridas sufridas al ser arrollados a gran velocidad por el automóvil de alquiler que conducía el sospechoso, que recorrió unos 400 metros barriendo las callejuelas del recinto antes de ser reducido y detenido.
Pese a que el perímetro del mercadillo navideño estaba protegido con bolardos y bloques de hormigón, el psiquiatra saudí consiguió colarse con el vehículo de la marca BMW que conducía en el recinto a través de uno de sus accesos de emergencia, permanentemente abierto, aunque escoltado por la Policía, para permitir la entrada y salida de fuerzas de rescate en caso de necesidad.
Al Abdulmohen, de 50 años de edad, trabajaba en un centro psiquiátrico penitenciario de la localidad de Bernburg, ciudad de 32.000 habitantes a unos 50 kilómetros al sur de Magdeburgo, en la que residía también y donde trataba a delincuentes con drogodependencias. Apóstata del islam y crítico con la religión musulmana, el psiquiatra saudí gozaba desde 2016 de asilo político en Alemania, a donde llegó en 2006 par completar sus estudios médicos.
No existe aún claridad sobre los motivos que le condujeron a cometer lo que la Policía de Magdeburgo ha calificado de «atentado y carrera suicida», aunque Horst Walter Nopens, fiscal superior que coordina la investigación, comentó el sábado que una de las causas pudo ser la insatisfacción que sentía por el trato que reciben los refugiados saudíes.
El atropello masivo el pasado viernes ha causado gran conmoción en Alemania, pero también en el extranjero, desde donde han llegado numerosas muestras de solidaridad con las víctimas.
El mercadillo navideño de Magdeburgo se encuentra cerrado desde el atentado y no volverá a abrir sus puertas en señal de duelo. La plaza central de Magdeburgo donde se encuentra, al pie del ayuntamiento local, está sembrada de flores y velas en recuerdo de las víctimas. El oficio religioso celebrado en la noche de este sábado para rendir homenaje a lo atropellados abarrotó la histórica catedral de Magdeburgo, a cuyas puertas se reunieron más de un millar de personas que pudieron seguir la misa en una pantalla gigante.
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