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M. Pérez
Lunes, 21 de abril 2025, 15:30
El presidente ruso, Vladímir Putin, manifestó este martes que está «dispuesto a considerar propuestas para el futuro» y establecer una nueva tregua después del alto ... el fuego que decretó «unilateramente» este fin de semana con motivo de la Pascua. El jefe del Kremlin se abre incluso a una negociación directa con Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, plantea un alto el fuego de treinta días que proteja a las instalaciones civiles y la población.
Putin hizo estas declaraciones incluso después de acusar a Kiev de haber vulnerado la tregua de Pascua en 4.900 ocasiones. Los ucranianos dicen que Moscú la ha roto 3.000 veces. Pero incluo así, «todavía hubo una disminución en la actividad combativa por parte del enemigo. Damos la bienvenida a esto», subrayó el líder del Kremlin.
Las palabras de Putin no han caído en saco roto entre los aliados de la exrepública, quienes especulan si tendrán una traducción real o se tratará de una maniobra más del líder ruso para llevar la narrativa a su terreno y retardar una solución. En cualquier caso, llama la atención que su reflexión se produzca en vísperas de que este miércoles se celebre una importante reunión en Londres entre sendas delegaciones de Ucrania, EE UU, Francia y el Reino Unido para «avanzar hacia la paz». Y que Donald Trump publicase este martes un tuit donde espera «resultados» precisamente «esta semana».
Estados Unidos confía en que Moscú y Kiev lleguen a un mínimo consenso para el final de la guerra. El mensaje de su presidente es claro, consolida su impresión de que habrá «resultados» en favor de una negociación y de verlos a «finales de esta semana», aunque bajo la advertencia de que abandonará las conversaciones en curso si no se producen aproximaciones rápidas entre los dos gobiernos enfrentados.
El panorama está cargado de ambigüedad. La tregua de Pascua no ha sido renovada y en la madrugada de este martes Moscú volvió a disparar casi un centenar de drones y varios misiles contra el país vecino. Tres civiles murieron a consecuencia de las explosiones en Jersón, blanco de los bombardeos junto a los enclaves de Mikoláyiv y Cherkasi. Entre los fallecidos figura una anciana que resultó alcanzada por la munición de un avión no tripulado.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó el reinicio de sus operaciones. Nadie albergaba esperanzas sobre lo contrario. La enemistad es tan encarnizada que ninguna de las treguas pactadas hasta el momento -instalaciones energéticas, infraestructuras y navegación segura en el mar Negro- ha sido cumplida. La breve pausa de la Pascua tampoco logró acallar las armas. Pero, sorpresivamente, Putin dijo más tarde que «no descartamos, como resultado de un diálogo», el ofrecimiento de Volodímir Zelenski de un alto el fuego de un mes de duración con carácter civil. «Lo analizaremos y tomaremos la correspondiente decisión», añadió, tras negar que su artillería haya atacado objetivos ciudadanos.
Los bombardeos contra la población han cobrado de nuevo una fuerte sensibilidad tras la muerte de casi sesenta adultos y niños en dos lanzamientos ocurridos en una semana en Krivoy Rog y Sumy. Pero el líder ruso recurrió a su argumentario habitual y dijo que su ejército buscaba aniquilar tropas enemigas. Luego responsabilizó a Ucrania de usar edificios «pacíficos» como escudo para sus soldados.
Las esperanzas de base de la Casa Blanca están puestas en un nuevo documento. El secretario de Estado, Marco Rubio, hizo algo más que acercarse a sus socios europeos en su visita a París del pasado jueves. No solo atendió las inquietudes de Francia, Alemania y el Reino Unido por la falta de resultados en las conversaciones de paz entre EE UU y Rusia. También entregó a Ucrania, presente en esta minicumbre de El Elíseo, un informe donde la Casa Blanca propone las líneas básicas de un alto el fuego.
Andriy Yermak , asesor principal de Zelenski; el ministro de Defensa, Rustem Umerov, y el titular de Relaciones Exteriores, Andrii Sybiha, se llevaron el dosier a casa. Este fin de semana ha sido estudiado por el gabinete, con el propio Zelenski al frente. Y este miércoles la representación ucraniana viajará a Londres para participar en otra minicumbre con el mismo formato y los enviados de Trump, Francia y el anfitrión, el primer ministro británico, Keir Starmer, como interlocutores. Zelenski anunció que sus asesores acuden con ánimo «constructivo» para lograr primero una tregua incondicional y, luego, la paz definitiva.
Rubio entregó también sendas copias del informe al presidente francés, Emmanuel Macron, y a los emisarios británico y alemán. Quiere consensuarlo entre todos y contrastarlo a continuación con Moscú. Entre las propuestas, la Casa Blanca se muestra dispuesta a reconocer la anexión rusa de Crimea en 2014 mientras pìde a Kiev que renuncie al ingreso en la OTAN, una solicitud que el portavoz ruso Dmitiri Péskov ya ha adelantado que «nos satisface».
No es un paso corto la posibilidad de que EE UU admita oficialmente una Crimea rusa, después de predicar todo lo contrario desde 2014. En 2018, el propio primer gabinete trumpista criticó la anexión y dijo que suponía una amenaza al orden internacional que un país pudiera modificar una frontera unilateralmente por la fuerza.
El documento no conmina a Rusia a retirar su ejército, pero tampoco cierra la puerta a una expedición europea de paz como garantía de seguridad. Eso sí, el despliegue sería exclusivamente cuestión continental. También Trump parece decidido a hacerse con el control de la central nuclear de Zaporiyia. Aconseja declarar esta planta como zona neutra y supeditarla a los operadores nucleares estadounidenses para que su energía se reparta a territorios rusos y ucranianos.
En el paquete de propuestas confeccionado por EE UU figura la cuestión de la posible cesión de las regiones ocupadas del Donbás. Según fuentes cercanas, Washington no reconoce automáticamente en su planteamiento la exigencia del Kremlin de que le pertenecen. Moscú afirma que ya ha incorporado estos territorios -un 20% del total del país- a su Constitución, pero Ucrania sostiene que su propia Carta Magna no contempla deshacerse de ellos. La Casa Blanca ha suavizado la presión sobre Zelenski en este asunto, del mismo modo que en la posible presencia de tropas de paz en el país.
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