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La Administración de Donald Trump implicó este jueves a las principales potencias europeas en las negociaciones sobre la guerra de Ucrania. El presidente francés, Emmanuel ... Macron, se reunió en el Elíseo con el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, con Steve Witkoff, enviado especial de Trump para negociar con Moscú, y con Keith Kellogg, encargado de hablar con Kiev. Desde que Washington acercó en febrero sus posiciones a las de Moscú y empezó a negociar el final del conflicto sin contar con países como Francia, Alemania y el Reino Unido, Macron ha organizado múltiples cumbres en París. Pero esta última es la primera en que intervienen destacados dirigentes de EE UU.
Además de un primer encuentro a mediodía entre Macron, Rubio y Witkoff, se celebró un segundo por la tarde con representantes de Ucrania, Alemania y el Reino Unido. En la capital francesa estuvo presente una delegación de Kiev, encabezada por Andriy Yermak, jefe de la Oficina Presidencial ucraniana. Los representantes alemán y británico fueron de segundo rango. El general Kellogg también asistió a esa segunda reunión.
Tras haber quedado apartadas de las principales negociaciones sobre el final de la guerra de Ucrania, que esencialmente han transcurrido en Arabia Saudí, la cumbre de este jueves representa una pequeña victoria para las principales potencias de Europa. La Administración Trump las incluye directamente por primera vez en su apuesta, hasta ahora sin frutos, para acabar con el conflicto.
«Hemos venido a París con un solo objetivo: lograr una seguridad real y soluciones prácticas para acabar con la guerra ruso-ucraniana», afirmó Rubio en la red social X. Macron describió estas reuniones como «una oportunidad importante para conseguir una convergencia» entre el bloque continental y Estados Unidos. «Todo el mundo quiere una paz (…) robusta y sostenible», añadió en el inicio de la segunda reunión.
Arrived in Paris with one goal in mind: secure real, practical solutions to end the Russia-Ukraine war. Along with @SE_MiddleEast Witkoff and @SPE_Kellogg, our main objective is to carry out @POTUS’s goal to end this war and stop the unnecessary bloodshed. pic.twitter.com/WSayctZOjH
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) April 17, 2025
A pesar de la relevancia de que se hayan producido, estas conversaciones en la capital francesa difícilmente pueden interpretarse como un acercamiento de Washington a la posición de París, Londres y Berlín. Casi a la misma ahora en que Macron estaba reunido con Rubio y Witkoff, el representante de Estados Unidos en la ONU votó en contra de una resolución que condenaba la invasión rusa de Ucrania.
La cumbre de este jueves se produjo seis días después de que Witkoff se viera las caras con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin. El día posterior a ese encuentro en San Petersburgo, Kellogg había propuesto una separación de Ucrania siguiendo el modelo de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Eso consistiría en aceptar que Rusia se quede con una parte del territorio del país invadido -actualmente controla cerca del 20%- a cambio de que tropas francesas y británicas se instalen en la parte controlada por Kiev como garantía de seguridad. Pero esta opción no convence a Putin ni a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.
El presidente de Ucrania acusó, de hecho, a Witkoff de «haber adoptado la estrategia rusa». A pesar de las críticas de Zelenski al enviado de Trump, Kiev y Washington están cerca de firmar su acuerdo sobre la explotación de las tierras raras de Ucrania, según reconoció el principal mandatario del país invadido. Defendió, asimismo, que la cumbre de París debía servir para «aumentar la presión» sobre los «asesinos» rusos. Según Kiev, esta tenía como objetivo conseguir «un alto el fuego completo» y un despliegue de tropas por parte de otros países. Tanto Washington como París se mostraron más cautos a la hora de referirse a sus objetivos.
El hecho de que se celebrara el encuentro no pareció gustarle ni un pelo a las autoridades rusas. «Hay mucha gente, estructuras y países que intentan perturbar nuestro diálogo con Estados Unidos», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Mientras EE UU «habla de paz», los europeos «se han convertido de repente en los halcones de la guerra», criticó en una rueda de prensa en Moscú.
Las conversaciones en la capital francesa tuvieron lugar pocos días después de que el ejército ruso provocara 35 muertos -entre los que había civiles y menores de edad- y 117 heridos en un bombardeo en el centro de la localidad septentrional de Sumy. Aunque Trump prometió acabar con la guerra «en 24 horas», los avances obtenidos por su Administración resultan limitados. Solo ha conseguido que Kiev y Moscú acepten un frágil alto el fuego en el mar Negro y en los bombardeos contra las infraestructuras energéticas.
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