Nottingham se suma a la lista de ayuntamientos del Reino Unido en quiebra

Los gestores del municipio achacan sus problemas financieros al aumento de la demanda de servicios de asistencia para adultos y niños, y para personas sin techo. A ese efecto habría que añadirle que el aumento de los precios no fue recogido en la subvención del Gobierno británico. Y sus limitadas reservas como consecuencia de una aventura empresarial y del uso ilegal de fondos de reserva en años pasados.

Si en la Nottingham laborista la creación de una empresa municipal de suministro de energía se saldó con pérdidas de 40 millones, en Thurrock, un enclave áspero en la ribera norte de la desembocadura del Támesis, el Ayuntamiento euroescéptico provocó una deuda de cerca de 500 por préstamos de otras administraciones para financiar decenas de granjas solares.

En Woking, que acoge a muchos 'commuters', que van y vuelven a Londres para trabajar -o iban y volvían hasta que la pandemia alentó el trabajo en casa-, el Ayuntamiento invirtió en unas enormes torres acristaladas, más habituales en Nueva York que en el condado de Surrey. Adeuda unos 2.000 millones. Justo por encima de la de Northampton y similar en sus inversiones inmobiliarias a las de Croydon.

Parte del problema se achaca al recorte en el Gobierno conservador de David Cameron y George Osborne en 2010. El ministerio responsable de las autoridades municipales debilitó sus finanzas de manera drástica. Consistorios osados utilizaron sus fondos o préstamos para inversiones que, en su juicio, les darían los ingresos necesarios para mantener sus servicios.

El caso de mayor repercusión es el de Birmingham, la única capital inglesa, salvo Londres, con más de un millón de habitantes. Una ciudad que fue el corazón industrial de Inglaterra y que ahora vive de los servicios. Su deuda es de unos 800 millones. La causa principal es la mala gestión de personal por un gobierno municipal de mayoría laborista.

El consistorio mantuvo diferencias de salario entre hombres y mujeres, hinchando la importancia de algunos trabajos ocupados por hombres, o estableciendo un sistema de permiso para marcharse cuando el empleado termina su tarea, que de nuevo era más habitual en empleos de hombres. Los tribunales dieron la razón a las demandas de empleadas que reclamaban igualdad de pago.

Cuando un Ayuntamiento no puede hacer un presupuesto equilibrado de ingresos y gastos ha de anunciar que se somete a las reglas del artículo 114 de una ley de 1988. La Administración debe reducir sus gastos a asuntos limitados, como servicios a niños o personas vulnerables, sueldos y pensiones de sus empleados, gastos ya contratados,…Y es supervisado por una agencia estatal.