Mark Rutte abandona la política tras la caída de su Gobierno en Países Bajos

En un breve discurso frente al Parlamento, el mandatario ha indicado que «en los últimos días se ha especulado sobre cuál ha sido mi motivación. La única respuesta es: Países Bajos (...) Mi posición debe ser vista bajo esa luz. El domingo decidí que no estaré disponible como líder del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) en las próximas elecciones». «Cuando un nuevo Gobierno tome posesión, dejaré la política. Creo que es el momento adecuado para pasar el relevo. Eso se siente bien», ha zanjadó.

Después del «fracaso» del Gobierno, la oposición estaba lista para presentar este lunes una moción de censura para destituir de su cargo al primer ministro de inmediato por «haber perdido la confianza» en el actual dirigente. Sin embargo, Rutte se ha adelantado. Dos partidos de izquierda y el de extrema derecha de Geert Wilders se han retractado este lunes tras el anuncio. El líder de la formación ecologista GroenLinks, Jesse Klaver, uno de los que intentaba derrocar al Ejecutivo interino, ha dicho que finalmente aceptaba que permanezca en el poder durante este año.

La Administración interina no puede decidir sobre nuevas políticas, lo que deja al país en vilo sobre una serie de cuestiones importantes, desde los objetivos climáticos y la agricultura hasta la inmigración. El presidente de VVD, Eric Wetzels, ha indicado este lunes: «Tengo un enorme respeto por esta difícil decisión» e informará a lo largo de esta semana el sucesor de Rutte, quien estuvo durante diecisiete años a la cabeza de la formación.

Los desencuentros entre los miembros de la coalición en Países Bajos en materia de política migratoria llevaron la semana pasada a la caída del gabinete encabezado por Rutte. Después de varios días de reuniones sin éxito, las formaciones terminaron por disolver la coalición. Esta situación obligó al país a convocar unas elecciones anticipadas, previstas para mediados de noviembre, según el consejo electoral holandés.

Las disputas internas sobre el endurecimiento de la política de asilo desencadenaron la renuncia masiva, presentada ya ante el rey. Rutte había puesto sobre la mesa una propuesta para limitar la llegada de migrantes. Pretendía condicionar la reunificación familiar para evitar un colapso de los centros de acogida de refugiados similar al del año pasado, cuando las sedes estaban sobrepobladas hasta el punto que cientos de personas tuvieron que dormir en la calle. Pero el país no logró un consenso sobre lo que el primer ministro califica como «un gran problema social».

El político de centroderecha, de 56 años, ha sido el jefe de Gobierno con más años de servicio en la historia de Países Bajos. La dimisión marca el final de su carrera, en la que lideró cuatro ejecutivos de coalición desde 2010. Aunque el pasado viernes, el dirigente había indicado que todavía tenía «energía y las ideas» para encabezar la lista de su partido, también tenía que «reflexionar» sobre ello. Tres días después afirmó que en realidad ya «no estaba en condiciones».

Desde el inicio de su cuarto mandato, Rutte se enfrentó a dificultades para constituir su Gobierno. Tras las elecciones de marzo de 2021 y hasta que tomó posesión de su cargo en enero de 2022, la coalición aún no existía. Sólo después de más de nueve meses se logró un acuerdo.

Ésta no es la primera vez que el Ejecutivo neerlandés renuncia en masa. En 2021, el gabinete de Rutte ya lo había hecho después de que miles de familias fueran acusadas «sin fundamento», según la Justicia holandésa, de haber estafado al sistema de asistencia social público. En ese mismo ejercicio, el primer ministro enfrentó también una moción de censura que superó con un estrecho márgen.

A lo largo de su carrera política, el primer ministro ha seguido dando una clase de estudios sociales en una escuela secundaria en La Haya. Rutte ya había dicho que le gustaría dedicarse a la enseñanza a tiempo completo después de dejar su cargo. Éste podría ser su nuevo camino a partir de 2024.