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T. Nieva
Viernes, 7 de julio 2023, 21:45
Los desencuentros en torno a la política migratoria que arrastran desde hace meses los miembros de la coalición que gobierna en Países Bajos, compuesta por cuatro formaciones, han acabado finalmente por tumbar el gabinete liderado por el primer ministro Mark Rutte. El Ejecutivo, según fuentes ... citadas por la cadena pública de televisión NOS, saltó por los aires este viernes por la noche tras días de reuniones que parecen no haber dado frutos.
Las tensiones se encontraban en un punto crítico desde que el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) de Rutte había puesto sobre la mesa una propuesta para reducir la llegada de migrantes a Países Bajos. La medida pretendía poner límite a la reunificación familiar para evitar situaciones de colapso como las registradas en 2022, cuando grupos de extranjeros durmieron al raso en Ter Apel. Su intención era que las familias tuvieran que esperar al menos dos años hasta que pudieran juntarse sobre suelo neerlandés.
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Salvador Arroyo
La idea planteada por la formación de Rutte no fue bien recibida por dos de los partidos de menor tamaño que conforman su gabinete, los liberales Demócratas 66 y los democristianos de Unión Cristiana, e incluso esta última formación decidió abandonar la coalición y desatar así una crisis de gobierno. El primer ministro, ante la imposibilidad de llegar a un punto común, decidió presentar su renuncia, lo que en un principio abocará a Países Bajos a la celebración de elecciones generales anticipadas.
Los neerlandeses tienen una de las políticas migratorias más restrictivas de Europa y el proyecto de Rutte intentaba limitarlas aún más. Las solicitudes de asilo en este país aumentaron en un tercio en 2022, a más de 46.000, y los cálculos del Ejecutivo es que podrían superar las 70.000 este año, una cifra récord. El primer ministro aseguró hace meses sentirse «avergonzado» por los problemas para acoger al creciente número de refugiados en sus instalaciones y prometió mejorar sus condiciones.
El Ejecutivo de Rutte, cuya formación implicó diez meses de negociaciones hasta dar luz verde a la coalición que ahora parece rota, apenas tiene año y medio de trayectoria y es el cuarto que lidera este político de 56 años. La primera vez que asumió el papel de primer ministro fue en 2010 y sólo en una ocasión ha logrado finalizar una legislatura completa.
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