Lukashenko entrega un ramo de flores a una integrante de la comisión local de su colegio electoral en Minsk. EFE

Lukashenko anuncia que buscará un séptimo mandato como presidente de Bielorrusia

El líder ultraconservador aprovechó los comicios al Parlamento de este domingo, que superaron el 70% de participación, para señalar que se presentará a las elecciones de 2025

Domingo, 25 de febrero 2024, 21:46

as elecciones que celebró este domingo Bielorrusia para renovar su Parlamento, una institución con escasa influencia real en el país, se presentaban como el primer gran test en las urnas tras los controvertidos comicios presidenciales de agosto de 2020, que ganó –otra vez– Alexánder Lukashenko ... entre denuncias de fraude y supusieron un punto de inflexión en la escalada represiva hacia la oposición. Pero la cita de este domingo acabó convertida en un mero trámite y en la confirmación, además, de que el líder ultraconservador, en el poder desde 1994, no tiene intención de dar un paso atrás pese a los constantes rumores sobre su estado de salud. El presidente aprovechó el momento en que depositaba su voto en un colegio electoral de Minsk, la capital, para anunciar que se presentará a la reelección en 2025. Si gana, y nadie prevé que no vaya a hacerlo en un escenario político sin alternativas, será su séptimo mandato consecutivo.

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«Lo haré, lo haré, lo haré. Díganles que me presentaré», proclamó Lukashenko, de 69 años, ante los periodistas. El mensaje iba dirigido a la oposición, desaparecida del mapa electoral y con su líder, Svetlana Tijanóvskaya, en el exilio. Ella, que entró en política cuando su marido, entonces candidato presidencial, fue encarcelado, había animado a sus compatriotas a quedarse el domingo en casa para protestar contra «el régimen». Una alta abstención como forma de denuncia. El llamamiento no funcionó. Según la agencia de noticias BelTA, el 72,98% acudió a las urnas, apenas cuatro puntos menos que en los comicios parlamentarios anteriores, en 2019. En la capital se registró una de las participaciones más bajas del país, el 61,54%.

Estados Unidos, a través del portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, fue el encargado de poner en duda públicamente las cifras: «Las elecciones se celebraron en un clima de miedo en el que ningún proceso electoral podía considerarse democrático». Son «falsas», zanjó. A la cita de este domingo se presentaban cuatro formaciones (Bélaya Rus, los comunistas de KPB, los liberales-demócratas de LDPB y el Partido Republicano del Trabajo y la Justicia, RPTS) pero entre ellas no había ninguna verdadera alternativa de oposición.

Una «traición» al país

Tampoco es que los futuros legisladores –el Parlamento bielorruso cuenta con 110 escaños– vayan a tener mucho poder de actuación porque las principales decisiones están en manos de Lukashenko, que a falta del recuento definitivo tiene prácticamente garantizado el apoyo de la renovada Cámara Baja a sus iniciativas. El presidente aseguró en su colegio electoral de Minsk, donde llegó envuelto en una marea de escoltas, que en el año que queda hasta las generales «muchas cosas pueden cambiar». E «irse mañana» sería una «traición».

Críticas desde el exterior

«En ningún lugar del mundo se celebran elecciones abiertas, justas y basadas en principios como en Bielorrusia»

Alexánder Lukashenko

Presidente de Bielorrusia

Lo que parece que se mantendrá igual tras los comicios parlamentarios es la situación que soporta la oposición. El presidente, heredero político de la Unión Soviética, le avisó de que «no espere nada» de esta cita y tampoco de la consulta presidencial de 2025. También restó importancia a sus críticas, y las de la comunidad internacional, sobre la falta de transparencia. «En ningún lugar del mundo se celebran elecciones abiertas, justas y basadas en principios como en Bielorrusia», defendió, antes de asegurar al más puro estilo Putin –de quien es aliado estratégico– que el país no necesita «la aprobación» de Occidente.

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La UE nunca ha reconocido la victoria electoral de Lukashenko en 2020, con más del 80% de las papeletas, según el recuento oficial, que desencadenó multitudinarias protestas en el país –alrededor de 250.000 personas se plantaron ante la sede del Gobierno una semana después de esos comicios– y miles de manifestantes detenidos. Este domingo, el presidente se felicitó de que la jornada transcurriera sin incidentes porque «todos hemos aprendido de nuestros errores».

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