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El expresidente francés Nicolas Sarkozy fue condenado este miércoles en apelación a un año de cárcel, de los que seis meses son de prisión firme y otros tantos exentos de cumplimiento, por financiación ilegal de su campaña electoral de 2012. La Fiscalía había pedido al ... Tribunal de Apelación que mantuviera la condena en primera instancia de un año de prisión firme en el llamado 'caso Bygmalion', pero éste la ha rebajado finalmente a medio año.
Tras perder la apelación, su abogado Vicente Desry anunció que llevará el caso ante el Tribunal de Casación, el máximo tribunal del país. Esta nueva apelación suspende automáticamente la ejecución de la pena. Sarkozy, que fue presidente de Francia entre 2007 y 2012, había sido ya condenado en primera instancia en septiembre de 2021 a un año de prisión firme con brazalete electrónico por este caso, pero el expresidente recurrió la sentencia.
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El tribunal de primera instancia había considerado a Sarkozy culpable de haber traspasado el límite máximo de gasto permitido durante una campaña electoral, que en 2012 era de 22,5 millones de euros en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El equipo de campaña del exmandatario gastó 42,8 millones de euros, casi el doble de lo permitido por la ley electoral gala.
El exjefe de Estado, que se presentaba entonces a la reelección tras cinco años en el Palacio del Elíseo, tiró la casa por la ventana en esa campaña electoral y exigía un mitin casi diario. Para disimular los gastos desorbitados, su equipo creó un sistema de facturas falsas. A pesar de gastar tantos millones de euros, fue derrotado en la segunda vuelta por el socialista François Hollande.
A Sarkozy se le acumulan los casos en el juzgado. En mayo de 2023 fue condenado en apelación a tres años de prisión, uno de obligado cumplimiento, por tráfico de influencias en el 'caso Bismuth', pero presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. A principios de 2025, será juzgado por la presunta financiación libia de su campaña electoral de 2007.
Además, Sarkozy fue imputado el pasado octubre por la retractación del intermediario Ziad Takieddine. Este oscuro empresario franco-libanés acusaba desde 2012 a Sarkozy de financiación ilegal libia de su campaña electoral, pero en noviembre de 2020 se retractó de sus acusaciones. La justicia gala sospecha que lo hizo a cambio de una compensación económica de 608.000 euros.
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