La Fiscalía francesa pide mantener la condena de Sarkozy a un año de prisión por financiación ilegal

Sarkozy y otras nueve personas que también recurrieron sus sentencias comparecen desde el pasado 8 de noviembre por haber traspasado el límite máximo de gasto permitido durante una campaña, que en 2012 era de 22,5 millones de euros en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El equipo de Sarkozy gastó entonces 42,8 millones de euros, casi el doble de lo permitido por la ley electoral gala.

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Beatriz Juez

El tribunal correccional que le juzgó en primera instancia recordó en su condena que, dada su experiencia electoral, el candidato no podía ignorar que iba a superar los gastos. El exmandatario, que se presentaba entonces a la reelección tras cinco años en el Palacio del Elíseo, continuó organizando mítines electorales y exigía un evento diario, a pesar de que le habían advertido «por escrito» en dos ocasiones de que corría el riesgo de sobrepasar el límite y después de que ya lo había hecho. Para disimular los gastos desorbitados, su equipo de campaña creó presuntamente un sistema de facturas falsas. A pesar de gastar tantos millones de euros, Sarkozy fue derrotado en la segunda vuelta por el socialista François Hollande.

El expresidente (2007 y 2012) está retirado de la política activa, aunque sigue siendo un referente para la derecha francesa. Actualmente se encuentra en plena promoción de su último libro titulado «Tiempo de combates». Al exdirigente se le acumulan los casos en el juzgado. En mayo fue condenado en apelación a tres años de prisión, uno de obligado cumplimiento, por tráfico de influencias en el «caso Bismuth», pero presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. A principios de 2025, Sarkozy será juzgado por el caso de la presunta financiación libia de su campaña electoral de 2007.