Los Juegos Olímpicos transforman el extrarradio de París

El presidente francés Emmanuel Macron inauguró hoy el Centro Acuático Olímpico (CAO) en Saint-Denis, a las afueras de París. Este edificio de madera con forma de ola estará unido por una pasarela al Stade de France, el mayor estadio de Francia, que suele acoger las finales de fútbol y rugby.

El centro acogerá las pruebas de natación artística, de saltos y de waterpolo. «Es un sitio totalmente nuevo que ha sido pensado con audacia y construido de manera inédita y ejemplar desde el punto de vista medioambiental», destacó Macron durante la inauguración.

Tras acoger a los atletas olímpicos, a partir de julio de 2025, el Centro Acuático Olímpico abrirá sus puertas a los vecinos de la zona. Esta «herencia olímpica» supondrá una revolución para la Seine-Saint-Denis, el departamento más pobre y el menos dotado de infraestructuras deportivas de la Francia continental.

Curiosamente, seis de cada diez niños de este departamento que acogerá las pruebas acuáticas olímpicas no saben nadar bien, según el diario Le Monde. Los expertos lo achacan a la falta de infraestructuras y las desigualdades sociales, que han supuesto hasta ahora un freno para la enseñanza de la natación en este departamento.

Los Juegos Olímpicos también han acelerado la creación o renovación de seis parques deportivos y once gimnasios en este departamento, la construcción de numerosas pistas ciclistas y la ampliación de la línea 14 del metro de París, que unirá el aeropuerto de París-Orly y la futura estación de Saint-Denis Pleyel.

Otra herencia que dejarán los Juegos en el extrarradio de París es «Le Village des athlètes», que está repartida entre tres localidades: Saint-Denis, Saint-Ouen y la isla Saint-Denis. La Villa Olímpica acogerá a 14.500 atletas durante los Juegos Olímpicos y 9.000 atletas más durante los Paralímpicos.

Tras los Juegos Olímpicos, la Villa de los Atletas se transformará en un nuevo barrio de la Seine-Saint Denis y contará con 2.800 alojamientos, con comercios, oficinas, escuelas y viviendas sociales. Aunque son los Juegos Olímpicos de París, también lo son, en gran medida, las Olimpiadas del extrarradio. El gobierno francés ha invertido más de 1.000 millones de euros en infraestructuras y transporte en Seine-Saint-Denis, que se va a beneficiar, al igual que el resto de la región parisina, de este «impulso olímpico».

«Es una herencia maravillosa. Es la imagen del poder transformador del deporte, el poder transformador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos», aseguraba hace unos días la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, con motivo de la inauguración de una calle en la Villa Olímpica dedicada al legendario jugador brasileño Sócrates.