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El Parlamento húngaro ratifica la adhesión de Suecia a la OTAN

El secretario general de la alianza militar, Jens Stoltenberg, celebró este lunes la luz verde del Parlamento húngaro, que aprobó su ingreso por una contundente mayoría de 188 votos a favor y seis en contra. «Ahora que todos los aliados han aprobado su adhesión, Suecia se convertirá en miembro de la OTAN. Su entrada en la Alianza nos hará a todos más fuertes y nos ayudará a estar más seguros», destacó en sus redes sociales.

Tras décadas de neutralidad, Suecia y Finlandia mostraron su intención de ingresar bajo el paraguas de la Alianza con la invasión rusa en Ucrania. Mientras la adhesión de Finlandia se produjo sin apenas impedimentos el pasado abril, Suecia topó con el veto de Turquía y Hungría. Stoltenberg ha jugado un papel clave en el desbloqueo de esta situación. Finalmente, el país logró que Ankara retirara su veto a cambio de mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo.

En el caso de Hungría, el visto bueno definitivo llega después del viaje del primer ministro sueco, Ulf Kristersson, a su capital. La visita ha servido para que los dos países cierren un acuerdo de suministro de aviones de combate suecos a cambio de la luz verde de Budapest.

Durante el último mes, Washington también ha redoblado su presión sobre Budapest para que aprobara «inmediatamente» el ingreso de Suecia en la Alianza Atlántica. La Casa Blanca advirtió a Orbán -cuyo partido Fidesz cuenta con una amplia mayoría en el Parlamento húngaro- de que si no daba el visto bueno a Suecia corría el riesgo de dañar sus relaciones con Estados Unidos.

Antes de la votación, Orbán adelantó que la votación saldría adelante y cargó contra los intentos de terceros países por influir en la decisión. «Hungría es un Estado soberano y no tolera injerencias exteriores», aseguró. Destacó, igualmente, que era necesario resolver las disputas de forma bilateral con el líder sueco antes de tomar esta decisión. Por su parte, el primer ministro del país nórdico destacó que «es un día histórico» y que Suecia «está preparada» para hacer frente a sus responsabilidades como país aliado de la OTAN.

La técnica del tira y afloja del Gobierno de Orbán son de sobra conocidos en el Consejo Europeo, uno de los órganos de decisión de la Unión Europea (UE). El dirigente bloqueó el pasado diciembre el paquete de ayuda macrofinanciera de 50.000 millones a Kiev y sólo accedió a retirar su veto del inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania a la UE después de que la Comisión Europea desbloqueara 10.200 millones en fondos europeos al país, que permanecían congelados por sus vulneraciones en materia de derechos fundamentales y del Estado de Derecho.

La actitud de Orbán ante decisiones que debían tomarse por unanimidad entre los Veintisiete -aquellas relativas a la energía, la seguridad o la política exterior- ha llevado a numerosos líderes a acusarle de «chantaje». En el caso de la ayuda financiera a Kiev, la UE llegó a plantearse un 'plan B' para enviar la ayuda incluso con el veto de Hungría. También ha provocado que la UE se plantee reformar los tratados para que un solo país no pueda bloquear ciertas decisiones, sobre todo de cara a una posible ampliación del bloque.