El asesinato de una enfermera enciende las alarmas entre el personal sanitario francés

El sospechoso, que se encuentra bajo custodia policial, logró introducirse en la unidad de medicina laboral y atacó a ambas sanitarias en el vestuario del personal mientras se preparaban para su turno de la tarde. Cuando fue detenido portaba un cuchillo en el bolsillo del pantalón.

El fiscal de Reims, Matthieu Bourrette, explicó que el acusado «parece sufrir trastornos graves y ha sido objeto de una vigilancia reforzada durante varios años». En sus confusas declaraciones ante los agentes sobre el móvil de los ataques explicó que «estaba enojado con el ambiente del hospital», alegando «haber sido maltratado durante varios años en los centros de atención mental», según explicó Bourrette a la emisora de radio 'Franceinfo'.

En junio de 2022 el atacante fue procesado en Châlons-en-Champagne, cerca de Reims, por actos de violencia agravada. Armado también con un cuchillo había agredido a varias personas –la mayoría eran sanitarios– dentro de un centro de la región especializado en apoyo a las personas diagnosticadas de trastornos mentales. Entonces nadie resultó herido de gravedad. Pese a que fue detenido se benefició de una orden de sobreseimiento por irresponsabilidad delictiva. La discusión de su caso estaba prevista para el viernes en el Tribunal de Apelación, que debería determinar las futuras medidas de seguridad que se tomarían sobre el caso.

Carène Mezino había trabajado en el departamento de hemodiálisis del hospital antes de unirse a la unidad de medicina y salud ocupacional hace diez años. Era madre de dos niños y vivía con su esposo en Ville-en-Tardenois. «Era realmente una gran colega», afirmó un compañero al diario local 'L'Union'. «Ella siempre tenía una sonrisa, sabía consolar y estar llena de empatía», señaló. «Todavía es difícil de creer. Lamentablemente nos pasó a nosotros. Pero podría haber ocurrido en otro lugar», indicó la secretaria general adjunta de Force Ouvrière (FO), el segundo sindicato del sector, Yamina Duchatel, quien reclamó más «medios para el hospital» y denunció «la situación catastrófica de la atención a las personas con problemas mentales».

Después de la tragedia el ministro de Salud, Carène Mezino, quien calificó el hecho como «inaceptable», anunció que mañana se reunirá un comité con sindicatos y profesionales para poner en marcha «todas las medidas útiles para garantizar la seguridad y preservar la vida de nuestros cuidadores». El anterior año un 37% de los sanitarios franceses afirmaron haber sido objeto de algún tipo de violencia y los autores en un 90% eran pacientes o acompañantes.

El asesinato de Mezino ha reavivado las protestas del personal de la salud en Francia, quienes denuncian que los ataques en su contra son reiterativos y reclaman protección. Los trabajadores sanitarios aseguran estar al límite y que no hay suficientes médicos ni enfermeras. Ya en 2022 protagonizaron masivas manifestaciones para exigir mejores condiciones laborales tras la pandemia.