El Gobierno francés trata de rebajar las tensiones con Italia tras criticar a Meloni

Las palabras de Darmanin provocaron una crisis diplomática entre los dos países vecinos. El ministro italiano de Exteriores, Antonio Tajani, consideró «inaceptables» las declaraciones de Darmanin y canceló el jueves a última hora una reunión con su homóloga francesa, Catherine Colonna, por ese motivo.

«Este incidente estará pronto superado. Francia necesita mucho a Italia e Italia necesita mucho a Francia sobre todos los asuntos y especialmente sobre la cuestión migratoria», opinó Gabriel Attal, viceministro francés de Presupuesto. «No hay ninguna voluntad de estigmatizar a Italia, de ninguna manera», añadió el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, quien sostuvo que las autoridades de París mantienen «una relación fraternal» con Roma, su segundo socio comercial.

La ministra francesa de Exteriores telefoneó el jueves a su homólogo italiano después de que éste cancelara su reunión. Colonna aseguró a Tajani que la relación con Roma se basa «en el respeto mutuo entre nuestros dos países y nuestros dirigentes» y confió en poder recibirlo «pronto» en París.

La derecha y la extrema derecha francesas criticaron las declaraciones de Darmanin sobre Meloni. «Italia es un socio estratégico, no lo convirtamos en un enemigo», pidió Éric Ciotti, presidente de Los Republicanos (derecha moderada). «Las declaraciones de Gérald Darmanin son irresponsables. Desde 2017, Emmanuel Macron y su Gobierno no han hecho más que aislar a Francia en Europa, multiplicando los incidentes diplomáticos con nuestros vecinos», opinó Jordan Bardella, presidente de Reagrupación Nacional, el partido ultraderechista de Marine Le Pen. Bardella considera asimismo que el balance de Darmanin en materia de lucha contra la inmigración ilegal «le descalifica para dar la menor lección de firmeza» al Ejecutivo italiano.

Desde que Giorgia Meloni llegó al poder en Italia en octubre de 2022, ha habido otros momentos de tensión entre Roma y París en materia migratoria. Francia acogió el pasado noviembre el barco humanitario 'Ocean Viking', con más de 200 migrantes a bordo rescatados por la ONG SOS Méditerranée. El Gobierno italiano se negó a que los sin papeles desembarcaran en sus puertos, pese a que el buque estaba más cerca de sus costas.