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Francia e Italia vuelven a chocar. El ministro de Interior galo, Gérald Darmanin, cargó este jueves contra la primera ministra transalpina, Giorgia Meloni, a quien considera «incapaz de resolver el problema migratorio por el que fue elegida». «Es como (la líder de la extrema derecha ... francesa Marine) Le Pen. Se hace elegir diciendo 'vais a ver lo que vais a ver' y después vemos que (la inmigración) no para y aumenta, porque Italia vive una grave crisis», aseguró en declaraciones en la emisora de radio RMC.
Darmanin reaccionaba así a las críticas de Jordan Bardella, presidente del partido ultraderechista Reagrupación Nacional (RN). El brazo derecho de Marine Le Pen consideró que el Gobierno francés es demasiado laxo en materia migratoria. En una visita el miércoles a Menton, localidad en la frontera francoitaliana, Bardella criticó la llegada al país galo de migrantes sin papeles, muchos de ellos menores, procedentes de Italia.
«¿De quién se burla el señor Bardella?», se preguntó Darmanin, quien achacó el problema migratorio en Menton a la incapacidad de Meloni de controlar la migración ilegal en su país. «La extrema derecha tiene un vicio: mentir a la población. El señor Bardella debería hablar con la señora Meloni para decirle que aplique por fin su programa», añadió titular de Interior, miembro del ala más derechista del Ejecutivo galo.
La reacción de Roma no se hizo esperar. El ministro italiano de Exteriores, Antonio Tajani, calificó de «inaceptables» las declaraciones de Darmanin. En señal de protesta, canceló este jueves con su homóloga francesa, Catherine Colonna, pocas horas antes de la hora prevista del encuentro. «Las ofensas contra el Gobierno e Italia lanzadas por el señor Darmanin son inaceptables. Este no es el espíritu con la que debemos afrontar los desafíos europeos comunes», escribió en Twitter.
Tras la reacción airada de Roma, el Quai d'Orsay trató de calmar los ánimos. «El Gobierno francés desea trabajar con Italia para hacer frente al desafío que representa el rápido incremento de los flujos migratorios, en particular los provenientes del Mediterráneo central», aseguró el Ministerio de Exteriores galo. «La relación entre Francia e Italia está fundada sobre el respeto mutuo entre nuestros dos países y nuestros dirigentes», añadió en un comunicado.
Esta no es la primera vez que hay tensiones entre Roma y París en materia migratoria desde que Meloni llegó al poder en Italia. Francia acogió en noviembre de 2022 al barco humanitario 'Ocean Viking', con más de 200 migrantes a bordo rescatados por la ONG SOS Méditerranée, tras la negativa del Gobierno italiano a autorizar el desembarco en sus puertos, pese a estar más cerca del navío.
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