El Gobierno francés confía en lograr un acuerdo con la derecha para aprobar su reforma migratoria

«En este momento todavía no podemos hablar de un acuerdo, pero avanza positivamente. Estamos más cerca de un acuerdo que de un desacuerdo», ha recalcado Darmanin horas antes de que la Comisión Mixta Paritaria (CMP) de la Asamblea Nacional y el Senado trate de encontrar un texto de consenso para que sea votado el martes por las dos cámaras del Parlamento galo.

El Senado aprobó el pasado 14 de noviembre en primera lectura la reforma migratoria por 210 votos a favor y 115 en contra. La Cámara alta, dominada por la derecha y los centristas, endureció el texto, introduciendo medidas más represivas que las inicialmente previstas por el gobierno. A la comisión de leyes de la Asamblea Nacional llegó una versión más próxima de la propuesta de equilibrio inicial presentada por el Gobierno para controlar la inmigración y mejorar la integración de los extranjeros en Francia a través de la lengua y el trabajo.

Hace una semana, el 11 de diciembre, la Asamblea Nacional rechazó a través de una moción debatir el texto en el pleno. Pese a este revés, el Ejecutivo no retiró la reforma migratoria y convocó una comisión mixta (formada por siete diputados y otros tantos senadores) para redactar una nueva propuesta consensuada. En manos de este órgano se encuentra el futuro del proyecto impulsado por Darmanin.

«Necesitamos esta ley de inmigración para reforzar los medios asignados a los policías, los gendarmes y a los prefectos para luchar contra los caseros abusivos o contra los traficantes (de seres humanos), esos mercaderes de la muerte», ha defendido el ministro, quien ha recordado a diputados y senadores que los franceses están, según las encuestas, a favor de la controvertida reforma.

Éric Ciotti, presidente de Los Republicanos, espera que sea la versión del Senado la que finalmente salga adoptada por las dos cámaras. «No dejaremos que se apruebe un enésimo texto de golpe publicitario sin soluciones concreta»», advirtió Ciotti, partidario de establecer cuotas migratorias, de expulsar sistemáticamente a los extranjeros delincuentes y de eliminar el derecho automático a la nacionalidad francesa para los nacidos en Francia de padres extranjeros, entre otras medidas.