Macron confía a su joven delfín Gabriel Attal el relanzamiento de su segundo mandato

Macron le dio la bienvenida a su nuevo puesto en las redes sociales. «Querido Gabriel Attal, sé que puedo contar con vuestra energía y vuestro compromiso para poner en práctica el proyecto de rearme y regeneración que he anunciado. Fieles al espíritu de 2017: superación y audacia. Al servicio de la nación y los franceses», escribió en su cuenta de X (antiguo Twitter). Según prevé el artículo 8 de la Constitución, el presidente es el encargado de nombrar al nuevo primer ministro y éste, con el beneplácito del Elíseo, designará a los demás miembros del gabinete en las próximas horas.

La ceremonia de traspaso de poderes entre Borne y Attal tuvo lugar en el patio del Hôtel de Matignon, el palacete que sirve de residencia oficial del primer ministro. «Bienvenido», dijo la política dimitida en las escalinatas, deseándole éxito en el nuevo puesto. Attal, que reiteró su fidelidad a Macron, considera que su nombramiento es un símbolo de «audacia y de movimiento». «El presidente más joven de la Quinta República ha nombrado al primer ministro más joven», subrayó.

A pesar de que sólo ha ocupado durante cinco meses la cartera de Educación, Attal aseguró que llevará «la causa de la escuela» a Matignon. «Es la madre de todas las batallas», opinó. También dará prioridad al empleo porque «trabajar debe siempre estar mejor valorado que no trabajar», según dijo en su primer día en el puesto.

El joven jefe del Ejecutivo prometió a los ciudadanos que hará «todo lo posible» para «mantener el control de nuestro destino y liberar nuestro potencial francés. Podéis contar conmigo», aseguró al concluir su discurso. Inauguró su mandato con un viaje a Pas-de-Calais, departamento del norte que visitó por la tarde para interesarse por los afectados por las recientes inundaciones.

Tiene bastante tarea en los próximos meses, cuando deberá preparar las elecciones europeas de junio y tratar de frenar el avance de la extrema derecha. Además, se estrena en un año marcado por grandes acontecimientos que se celebran en Francia como el 80 aniversario del desembarco de Normandía, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 y la reapertura al culto de la catedral de Notre-Dame de París, cinco años después del incendio que la destruyó.

El nuevo jefe del Gobierno necesitará ayuda y para ello tendió su mano a la oposición, a la que prometió escuchar y respetar «siempre» aunque tengan ideas políticas diferentes a las suyas. Este movimiento, sin embargo, no evitó las críticas a su nombramiento. «Macron se sucede a sí mismo», opinó Oliver Faure, primer secretario del Partido Socialista, que considera que el presidente «ha nombrado a su propio clon, a su doble». «Cambio de cásting, pero la misma política. Crónica de un desastre anunciado», consideró, por su parte, la diputada Cyrielle Chatelain, presidenta del grupo ecologista en la Asamblea Nacional.

«¿Qué pueden esperar los franceses de este cuarto primer ministro y de este quinto Gobierno en siete años? Nada», opinó la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen. «Al nombrar a Attal, Macron quiere aferrarse a su popularidad en los sondeos para atenuar el dolor de un interminable fin de reinado (en 2027). Se arriesga más bien a arrastrar en su caída al efímero ministro de Educación Nacional», añadió Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional y mano derecha de Le Pen.

«Attal recupera su puesto de portavoz. La función de primer ministro desaparece. El monarca presidencial gobierna solo en su corte», escribió en X el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon. «Es el señor Macron junior, especializado en la arrogancia y el desprecio», reaccionó Mathilde Panot, jefa de filas de los diputados de La Francia Insumisa.

Éric Ciotti, presidente de Los Republicanos (derecha moderada), fue más allá e instó a Attal y al futuro nuevo Ejecutivo a actuar. «Francia tiene una necesidad urgente de acción. Necesita otro método de gobierno. La comunicación permanente debe dar paso a una política de claridad y de firmeza», indicó.

En cambio, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, felicitó a Attal, quien, según ella, «encarna la futura generación de dirigentes políticos». También le dieron la enhorabuena a través de las redes sociales sus compañeros del gabinete saliente, entre ellos, Bruno Le Maire, ministro de Economía; y Gérald Darmanin, titular del Interior. Según la prensa, ambos se habían opuesto entre bambalinas al nombramiento al considerar que Attal era demasiado joven y tenía poco bagaje político. Los dos lo desmintieron a través de colaboradores. Es más, Darmanin expresó este martes públicamente su deseo de formar parte del nuevo equipo. Este ambicioso político suena ahora para la cartera de Exteriores, en sustitución de Catherine Colonna.

Borne, de 62 años, presentó el lunes su dimisión y la de su gobierno. Los veinte meses de mandato han sido bastante agitados. La ex primera ministra tuvo que enfrentarse durante este periodo a una treintena mociones de censura después de haber utilizado veintitrés veces el artículo 49.3 de la Constitución para adoptar resoluciones sin el respaldo de la Asamblea Nacional. Su gabinete ha sacado adelante 41 proyectos de ley, entre ellos los Presupuestos y las polémicas reformas de las pensiones y migratoria. Tras su salida de Matignon, seguirá en política. Elegida por primera vez diputada en 2022, Borne confirmó que ocupará su escaño en la Asamblea Nacional.