Rompen a hachazos la bodega de un barco para salvar a 51 migrantes

Los miembros de los equipos de socorro tuvieron incluso que utilizar hachas para acceder a la bodega de la embarcación, donde estaban atrapados algunos migrantes junto a los 10 cuerpos sin vida. Dos de los migrantes se encontraban inconscientes, por lo que tuvieron que recibir asistencia médica y ahora esperan ser evacuados del velero de Resqship para que puedan recibir mejores cuidados en un hospital en tierra.

La tripulación del 'Nadir' informó de que el rescate tuvo lugar en aguas internacionales a unas 40 millas náuticas de la isla italiana de Lampedusa, situada en el centro del Mediterráneo. Estaban a más de 100 millas de las costas libias, desde donde habían partido los migrantes.

El día anterior, la ONG había recibido una alarma por parte de los desplazados, que se encontraban en «una situación crítica» por una rotura del motor del barco. «Hemos intervenido inmediatamente para ofrecer el socorro necesario para garantizar la seguridad a las personas que iban a bordo», explicó en un comunicado Resqship en el que advirtió que «la 'Fortaleza Europa' mata».

Desde comienzos de año y hasta el pasado 14 de junio, han llegado a las costas italianas más de 23.000 migrantes irregulares y solicitantes de asilo, según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior de Roma. En el mismo período del año pasado fueron más del doble (55.000), mientras en 2022 la cifra fue muy similar (22.000).

Más allá de que el Gobierno de Giorgia Meloni saque pecho ahora por la reducción de los flujos respecto a los datos de 2023, la oscilación de las llegadas muestra que se trata de un fenómeno estructural que va más allá de las capacidades de los Ejecutivos nacionales, incluso cuando los partidos llegan al poder con la promesa de blindar las fronteras. Según los datos de Naciones Unidas, en lo que llevamos de 2024 han fallecido o desaparecido en la ruta del Mediterráneo Central 749 migrantes.