Secciones
Servicios
Destacamos
Nadie detuvo al autor del atropello masivo en un mercadillo navideño en Magdeburgo con seis muertos y cientos de heridos pese a que protagonizó antes 105 incidentes y tuvo ocupadas a las policías de seis Estados federados germanos. Desde 2013, Alemania abrió un total de ... 14 procedimientos judiciales contra el psiquiatra saudí Taleb Al Abdulmohsen, presunto autor del atentado, según un informe confidencial elaborado por la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) que revela este jueves el portal Spiegel Online.
«¿Hay que matar en Alemania a 20 personas en las calles de Berlín para conseguir justicia?», preguntaba de manera premonitoria en febrero de 2023 el propio Al Abdulmohsen en un formulario de contacto con el ministerio federal de Interior que fue ignorado, según el dosier de la BKA, elaborado para la comisión de Interior del Bundestag, el Parlamento federal, en el que se detallan los antecedentes de un hombre cuya peligrosidad se hizo cada vez más evidente con el paso del tiempo.
Noticias relacionadas
Casi un mes después del atentado, el documento de 16 páginas cuestiona la actuación de las autoridades alemanas a lo largo de más de una década y las causas para que en todo ese tiempo nadie actuara de manera enérgica y decidida contra un hombre que amenazó repetidamente con el uso de violencia. Y eso que el gobierno, policía y justicia alemanes fueron advertidos reiteradamente por las autoridades de Arabia Saudí, pero también del Reino Unido y Kuwait de la peligrosidad del sujeto.
El informe de la Oficina Federal de Investigación Criminal explica que el psiquiatra saudí de 50 años protagonizó desde 2013 incidentes que ocuparon a las policías y autoridades de los estados federados de Sajonia-Anhalt, Mecklemburgo-Antepomerania, Berlín, Hamburgo, Renania del Norte-Westfalia y Baviera, pero también a instituciones federales como la propia BKA, los servicios de inteligencia exteriores e interiores germanos y hasta la Cancillería Federal.
El psiquiatra saudí presentó a su vez 18 denuncias ante la policía germana contra terceros, la mayoría de ellas contra una ONG de Colonia que se dedica a ayudar a refugiados saudíes en Alemania y con la que colaboró inicialmente. Pero su furia se dirigió también contra jueces y fiscales que se cruzaron en su camino. Incluso contra uno de sus propios abogados, al que amenazó también personalmente.
Al Abdulmohsen fue condenado incluso en dos ocasiones por la justicia alemana, la última el día antes del atentado por un tribunal en Berlín, que le declaró culpable de activar intencionadamente la alarma anti incendios de una comisaría en la que no le hicieron mayor caso y donde le pusieron de patitas en la calle. La corte berlinesa le condenó en ausencia a una multa de 600 euros por activar innecesariamente esa alarma. Era el incidente 105 de la larga lista elaborada por la BKA.
El primero data de abril de 2013, cuando Al Abdulmohsen vivía en el Estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania. En aquella época tuvo una disputa con el colegio de médicos local sobre la concesión del permiso para que pudiera presentarse al examen para su especialización y amenazó abiertamente con cometer un atentado como el de la maratón de Boston ejecutado pocos días antes. «Algo así puede pasar aquí también», advirtió. Un tribunal de Rostock le condenó a una multa de 900 euros por esa amenaza.
Ya entonces la corte planteó la posibilidad de que el sospechoso fuera sometido a un examen psiquiátrico, pero este nunca llegó a realizarse. Tampoco en todos los años posteriores hasta la comisión del atropello masivo de Magdeburgo. Ahora que se encuentra en prisión preventiva está siendo analizado por expertos forenses en psiquiatría y psicología.
Alemania fue advertida igualmente en varias ocasiones por las propias autoridades de Arabia Saudí de la posible peligrosidad del autor del atentado de Magdeburgo. La primera en 2014, cuando las autoridades de Riad denunciaron ante los servicios de inteligencia germanos que Al Abdulmohsen había amenazado ante su embajador en Berlín con derrocar a la familia real porque las autoridades educativas de su país le habían retirado una beca.
Una amenaza que no tuvo consecuencias, como tampoco la que hizo en 2015 ante la Cancillería Federal dirigida entonces por Angela Merkel con el anuncio de que iba a comprarse una pistola para asesinar a dos jueces de Rostock que le habían tratado supuestamente de manera injusta. La fiscalía de Stralsund abrió una investigación, pero archivó poco después el caso. Una reacción que se repite en otros casos posteriores.
En los años anteriores al atentado, Al Abdulmohsen, apóstata y crítico del islam, obtuvo también asilo político en Alemania y tuvo al menos dos entrevistas con agentes especiales de la policía con la misión de verificar si se trataba de una persona potencialmente peligrosa. La última en octubre pasado. Quienes le visitaron en la clínica psiquiátrica penitenciaria donde trabajaba como médico especialista en terapias para drogadicciones lo desestimaron, igual que en la ocasión anterior.
Y eso que en sus mensajes en X, cuya cuenta tenía un fusil de asalto como identificación gráfica, advertía de que iba a «vengarse» de las autoridades germanas, cuya política de refugiados criticaba, anunciaba que «Alemania pagará un alto precio» por ello y comentaba que iba a actuar aunque le «costara la vida», sin ocultar nunca sus ideas cada vez más radicales ni sus intenciones violentas, que culminaron con el atropello masivo de Magdeburo el pasado 20 de diciembre.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.