Los conservadores británicos buscan a su nuevo líder

El Parlamento ha acallado el debate cerrando sus puertas hasta el 2 de septiembre. Tras una breve reapertura, los partidos celebrarán sus conferencias anuales, y en la coreografía de la nueva era Reeves presentará su presupuesto el 30 de octubre y el Partido Conservador anunciará a su nuevo líder tres días después. Tras la derrota en las elecciones del 4 de julio, la formación 'tory' ha tomado el asunto con parsimonia.

El exprimer ministro, Rishi Sunak, es líder temporal. Al frente de la oposición en la Cámara de los Comunes, ha mantenido cordialidad con el nuevo jefe de Gobierno, Keir Starmer. De la retórica feroz de la Cámara se pasó a murmullos de tierna simpatía cuando Sunak se sumó al ritual de animar a los olímpicos británicos; a los que él no podía aconsejar, dijo, tras derrota de tal tamaño.

Bob Blackman, el nuevo presidente del comité 1922 que organiza las primarias, ya tiene los candidatos necesarios para cumplir el calendario. Son seis, con el exmilitar y exministro de Asuntos Exteriores y de Interior, James Cleverly, acumulando la experiencia más sofisticada. Kemi Badenoch fue también responsable del Gabinete, con carteras de Comercio. Priti Patel fue titular de Interior y de Ayuda al Desarrollo.

Mel Stride fue ministro de Empleo y Pensiones con Sunak, y líder de los Comunes con Theresa May. Tom Tugendhat, también con pasado militar y Robert Jenrick, han sido secretarios de Estado en los gobiernos anteriores. Por falta de apoyos se ha retirado la polémica extitular de Interior, Suella Braverman, y la exministra de Sanidad, Victoria Atkins.

El Brexit sigue siendo un hecho histórico que divide a los conservadores. En ese sentido, de los seis candidatos, tres -Stride, Jenrick y Tugendhat- se expresaron en favor de la permanencia en la Unión Europea. Jenrick y Badenoch son señalados como los posibles ganadores. El primero tuvo un papel significativo en la saga de las frustradas deportaciones a Ruanda de irregulares. Fue secretario de Estado de Inmigración bajo Braverman, con quien había entablado amistad en la Universidad de Cambridge. Argumenta que el partido perdió el norte en su largo tiempo de Gobierno.

Badenoch no estudió en una de las grandes universidades, pero es la única que se inclinó por la ciencia, especializándose en ingeniería de software. Nacida en Wimbledon de padres nigerianos, trabajó en consultoras y en un banco, antes de entrar en la política. Ha abrazado la causa de regeneración 'thatcherista', promoviendo la idea de un estado más pequeño con austeridad fiscal.

El argumento de Jenrick resuena entre los conservadores. Es común oír que el partido liderado por Boris Johnson no se comportó como una fuerza conservadora. Los impuestos subieron al mayor nivel desde 1945, en el contexto del gasto para sostener la economía nacional durante la pandemia. Más el coste y los efectos de la invasión de Ucrania.

La sucesora de Johnson, Liz Truss, habría intentado centrar al Gobierno en el crecimiento y la reducción de impuestos, pero las finanzas británicas perdieron credibilidad. Sunak respondió a las crisis de Johnson y a la provocada por Truss, pero su liderazgo fue más administrativo que político. La cuestión, según el escritor Lewis Baston, es que el Partido Conservador no tiene una idea de economía política como la que empujó a Thatcher.

Baston cree que el terrible castigo recibido en el sudeste de Inglaterra y el gran aumento de escaños obtenido por los Liberal-Demócratas es la consecuencia del impacto del Brexit entre profesionales y empresarios que se sienten traicionados por un partido al que ven como defensor de pensionistas, rentistas y votantes que son conservadores sobre cuestiones sociales. El Partido Conservador tiene que elegir votantes.

Y también un líder. Lanzada ya la campaña, el grupo parlamentario reducirá la lista a cuatro candidatos, en votaciones del 4 al 11 de septiembre. En la conferencia anual, del 29 de septiembre al 2 de octubre, se les dará un escenario para promover sus planes. Los aspirantes se reducirán a dos. Se procederá al voto electrónico de miembros y el 2 de noviembre se sabrá quién emprende la tarea de cambiar a los 'tories'.