Celestino Alfonso, el español que dio su vida contra los nazis en Francia

El ministro, la alcaldesa y asociaciones de republicanos españoles han realizado una ofrenda floral en memoria de este resistente comunista ante la placa que hay en la puerta del Jardín de los Combatientes de la Nueve en el Ayuntamiento parisino. Este lugar rinde homenaje a «los españoles republicanos antifascistas que continuaron su lucha en el exilio en la segunda División Blindada del Ejército de la Francia Libre» y que son considerados héroes de la liberación de París en agosto de 1944. El titular de Política Territorial y Memoria Democrática se ha mostrado orgulloso de que, «por vez primera, un español va a estar nombrado en el Panteón de personas ilustres aquí en París».

Celestino Alfonso (1916-1944) «fue un combatiente que entregó su vida, peleando y defendiendo lo que era la libertad y la democracia, como muchos otros que formaron parte de La Nueve, muchos de ellos españoles, que también fueron parte de la Resistencia ante el nazismo y el fascismo», ha subrayado Torres tras el acto. «Esa guerra se venció y ahora lo que importa es que las generaciones más jóvenes conozcan lo que aconteció y sepan valorar lo que fue la valentía de aquellas mujeres y hombres que entregaron lo más preciado, que fue su vida, para que hoy nosotros disfrutemos de paz y de libertad», ha añadido.

Christine Montiel, sobrina nieta de este republicano español, se mostró «orgullosa» de que el nombre de Celestino Alfonso entrara en el Panteón y también de que se conozca su historia ochenta años después de su muerte y tras décadas de olvido.

La ceremonia en el Ayuntamiento de París ha tenido lugar horas antes del acto de 'panteonización' del armenio Missak Manouchian (1906-1944), el primer resistente extranjero y el primer comunista en entrar en este templo laico de la República, junto a su esposa Mélinée, fallecida en 1989. Una placa con el nombre de todos los ajusticiados de la red que creó este poeta -el grupo Manouchian- recuerda a los combatientes nacidos fuera de Francia, y miembros de la Resistencia, que fueron fusilados por los nazis el 21 de febrero de 1944 en el Mont-Valérien. Entre ellos se encontraba Celestino.

Todos habían sido presentados por las fuerzas de ocupación nazi y sus colaboradores franceses como terroristas. Sus nombres habían aparecido en un famoso 'Cartel rojo' de propaganda nazi, que les acusaba de extranjeros indeseables del «ejército del crimen». A Celestino, identificado en el póster como «español rojo», le responsabilizaban de ser el autor de «siete atentados».

Celestino Alfonso, nacido el 1 mayo de 1916 en Ituero de Azaba (Salamanca), fue voluntario de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil española y miembro de los Francotiradores y Partisanos-Mano de Obra Inmigrada (FTP-MOI), una unidad de resistencia comunista contra los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Militó en la sección española del Partido Comunista y entró en contacto en 1943 con Manouchian, que era el jefe militar del FTP-MOI, que tenía en sus filas una mayoría de extranjeros, refugiados e inmigrantes. Este movimiento luchó contra los ocupantes nazis y contra el régimen colaboracionista de Vichy llevando a cabo sabotajes y atentados.

Este republicano español, que usaba el seudónimo de 'Pierrot', participó en 1943 junto a otros miembros del grupo Manouchian en el asesinato en París de Julius Ritter, coronel de las SS y amigo del dictador Adolf Hitler. Ritter era el responsable del Servicio de Trabajo Obligatorio (STO), el sistema de reclutamiento de mano de obra forzada en los países ocupados. «Hoy a las tres horas seré fusilado. Solo soy un soldado que muere por Francia (…) Sé por qué muero y estoy orgulloso. Mi vida ha sido un poco corta, pero espero que la vuestra sea más larga. No lamento mi pasado, si pudiera volver a revivirlo, sería el primero», escribió Celestino en una carta a su mujer y sus hijos pocas horas antes de su asesinato. Tenía 27 años.

Tras la liberación de Francia, el secretario general de Antiguos Combatientes del país otorgó a Celestino la mención «muerto por Francia». Sus restos reposan en el cementerio parisino de Ivry. Una calle de esta localidad lleva su nombre a la espera de que en España se le homenajee también en algún rincón.