La CDU amenaza con bloquear el Bundestag alemán si Scholz no adelanta la moción de confianza

«Queremos que deje las cosas claras esta misma semana», exigió este lunes Ricarda Lang, copresidenta de Los Verdes, quien subrayó que su formación puede imaginarse también una fecha mucho más temprana para la moción de confianza de Scholz que el 15 de enero propuesta por este. Lo que parece estar claro es que el jefe de gobierno germano no lo hará mañana, como lleva días demandando el presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y candidato conservador a la Cancillería Federal, Friedrich Merz.

Steffen Hebestreit, portavoz oficial del Ejecutivo federal, dejó claro en rueda de prensa que el canciller no tiene intención de plantear la moción de censura coincidiendo con su declaración de gobierno ante el Parlamento. Scholz se mostró el domingo dispuesto a hacerlo en todo caso antes de Navidad si los grupos parlamentarios del SPD y los conservadores de la Unión se ponen de acuerdo para aprobar varios proyectos de ley antes del fin de la legislatura.

Estos últimos no piensan igual. «Le toca mover ficha al SPD y acudir a la Unión con propuestas concretas» para esa moción de confianza y la posterior convocatoria de elecciones. «Cuando se establezca la fecha podrán comenzar las conversaciones para resolver asuntos pendientes urgentes en el Bundestag», señaló a su vez un portavoz del grupo parlamentario conjunto de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU).

Es más, en un mayor aumento de la presión, los partidos de la Unión van a bloquear sistemáticamente la aprobación del orden del día en la Cámara Baja mientras no haya fecha para los comicios. «Vamos a rechazar el orden del día en el Bundestag hasta que se presente la moción de confianza», advirtió Alexander Hoffmann, secretario de organización parlamentaria de la Unión. Solo habrá excepciones para «procedimientos de extraordinaria urgencia».

Matthias Miersch, secretario general de los socialdemócratas, anunció a su vez este lunes que su partido nominará oficialmente a su candidato para la Cancillería Federal en un congreso extraordinario que tendrá lugar a finales de enero o principios de febrero, en el que también se aprobará el programa electoral. Scholz ya ha comunicado que se piensa presentar a la reelección a pesar de ser actualmente el dirigente político más impopular del país.

En cuanto al debate en el SPD sobre un posible cambio de candidato y la nominación del actual ministro de Defensa, Boris Pistorius, el más popular de los políticos alemanes, el propio interesado ha dejado las cosas claras. «Tenemos un canciller federal y este es el candidato designado», afirmó Pistorius durante un debate organizado por un medio alemán. «No veo a nadie en el partido interesado en cambiar las cosas», sentenció.

Entre tanto y ante la situación de inestabilidad política en Berlín, el presidente federal, Frank Walter Steinmeier, ha suspendido su visita oficial a Arabia Saudí prevista para el lunes próximo. Desde la ruptura de la coalición de gobierno, Steinmeier se esfuerza por mediar entre los partidos del Bundestag y se reúne por separado con los principales actores. El jefe del Estado alemán considera que su presencia en Berlín será necesaria hasta que se resuelvan las fechas que tienen al país en vilo.