El presidente francés, Emmanuel Macron, extendió este miércoles la alfombra roja al rey británico Carlos III en su primera visita de Estado a Francia. El viaje de tres días a París y Burdeos deberá servir para reavivar la llama de las relaciones entre ambos países, ... tensionadas en los últimos años tras el Brexit y la crisis migratoria en el Canal de la Mancha.
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«Visitó (Francia) como príncipe, usted vuelve como rey. Su majestad, bienvenido», escribió en inglés Macron en la red social X horas antes de recibir a Carlos III y su esposa, la reina consorte Camila. La madre del rey, la difunta reina Isabel II, acudió cinco veces en sus casi 71 años de reinado. En un principio, estaba previsto que su heredero llegara en marzo, pero las protestas contra la reforma de las pensiones del Ejecutivo galo obligaron a aplazar el viaje para bochorno del Palacio del Elíseo.
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Los reyes llegaron por la tarde de este miércoles al aeropuerto de París-Orly, donde fueron recibidos por la primera ministra, Élisabeth Borne. Macron les dio la bienvenida en el Arco del Triunfo, donde Carlos III y el presidente encendieron la llama de la tumba del soldado desconocido.
Tras recorrer unos desangelados Campos Elíseos a bordo de un coche DS7 descapotable y escoltados por la Guardia Republicana, ambos jefes de Estado mantuvieron una reunión informal en el Palacio del Elíseo. La visita de Carlos III no ha despertado interés entre los franceses a juzgar por el escaso público que había este miércoles en su recorrido.
Sin embargo, siete de cada diez franceses tienen una imagen positiva de la familia real británica, según un sondeo de Odoxa Backbone realizado para el diario 'Le Figaro' en septiembre de 2022 tras la muerte de la reina Isabel II. El 59% no ve, sin embargo, la utilidad de la monarquía. Carlos III es menos popular que su madre entre los franceses. El 85% de los ciudadanos galos tenía una buena opinión de la difunta reina, según el mismo sondeo.
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Al salir del Elíseo se dirigieron a pie a la residencia de la Embajada del Reino Unido en Francia, situada a un centenar de metros. Macron y el monarca saludaron al público que esperaba a la entrada de la legación. «Vive le roi!» (Viva el rey), gritaron en francés unos espontáneos. Posteriormente plantaron en el jardín un roble procedente del Palacio de Versalles, regalo del presidente a Carlos III, considerado un rey ecologista.
La primera jornada de la visita concluyó con una cena de Estado en la Sala de los Espejos del Palacio de Versalles. Entre los 160 invitados se encontraban el cantante Mick Jagger, el actor Hugh Grant, la actriz Charlotte Gainsbourg y el escritor Ken Follett. El menú incluía langosta azul, capón de Bresse, quesos y, de postre, macaron Ispahan del pastelero-chocolatero Pierre Hermé.
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