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El día en el que más veces, 333, se ha pronunciado la palabra Brexit en la Cámara de los Comunes del Parlamento británico fue el 14 de enero de 2019. Era un día políticamente caliente. La primera ministra, Theresa May, había convocado para la siguiente ... jornada la votación de su acuerdo con la Comisión Europea para abandonar la Unión en marzo.
May, ministra de Interior antes de la dimisión de David Cameron a la jefatura de Gobierno tras el referéndum, votó e hizo campaña por la permanencia. Pero para apaciguar la división el país se había encadenado ella sola, comprometiéndose a abandonar el mercado común y la Unión Europea, y mutilando su mayoría parlamentaria en unas elecciones desdichadas.
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Aquel día del récord fue la víspera del principio del fin de May. Su acuerdo con la Comisión Europea para abandonar la UE fue rechazado por los Comunes con la mayor diferencia de votos, 230 escaños, en la historia de los gobiernos británicos. Sucesivas derrotas provocaron su dimisión y el ascenso de Boris Johnson, que prohibió el uso dos palabras -Brexit y austeridad- en la jerga gubernamental.
Hace diez días, la palabra Brexit fue nombrada 21 veces en la sesión semanal de preguntas al primer ministro. Las circunstancias no eran tan angustiosas como las de 2019. El primer ministro, Rishi Sunak, había despedido a la agobiante ministra Suella Braverman, y en su nuevo Gabinete volvía a la vida pública el casi aristocrático David Cameron.
Sunak le defendió de las críticas de un laborista que recordó la vinculación de Cameron a una empresa fraudulenta, cuyos servicios promovió. «Me siento muy confiado en que esta nación será muy bien representada en el extranjero por el exprimer ministro, que tiene una experiencia sin rival en asuntos exteriores», respondió Sunak.
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Gerardo Elorriaga
El laborista Kevin Brennan, diputado por Cardiff Oeste, se puso en pie, el presidente de los Comunes le dio la palabra y preguntó: «El primer ministro acaba de decir que David Cameron tiene una experiencia sin precedentes. ¿Cuál diría usted que ha sido su mayor logro en la política exterior?» Las carcajadas inundaron la Cámara, recordando que el galante 'tory' intentó en 2016 someter al euroescepticismo de su partido y acabó sacando al país de la UE.
En el Reino Unido de 2023 es mejor para la vida parlamentaria o social que no se nombre el Brexit. Antes de su victoria, euroescépticos como Bill Cash, que ha pasado su vida política en una campaña de liberación nacional contra la UE, era considerado como un pelmazo. Pero el resultado de la consulta se ha estabilizado, y no se vislumbran circunstancias que permitan un giro radical.
Según una encuesta de 4.000 personas, organizada en junio por la Universidad King's College y la consultora Public First, un 16% de votantes del Brexit optaría ahora por la permanencia, y un 6% iría en la dirección opuesta. Lo negativo del Brexit son los precios y los tiempos de espera en aeropuertos. Un 69% de los votantes por la permanencia quiere un segundo referéndum y el 66% de los que votaron por la marcha lo rechazan. En la franja de 18-34 años hay una mayoría absoluta en favor.
El legado de la decisión no se expresa en público, pero comités del Parlamento pasan largas horas analizando 587 leyes secundarias introducidas durante los cuarenta años de pertenencia a la Europa comunitaria, para borrarlas o modificarlas antes del fin del año. Una nueva lista de leyes obligará a diputados y lores a proseguir hasta el final de 2026 la tarea de separar las leyes del Reino Unido y de la UE.
Directivos del Banco de Inglaterra afirmaban esta semana en el comité del Tesoro, en la Cámara de los Comunes, que la marcha de la UE ha causado un enfriamiento de la inversión. Se debería en parte a la incertidumbre del Brexit. En enero comienzan nuevos controles fronterizos. No se sabe qué tipo de divergencias adoptarán futuros gobiernos con respecto a las normas del Mercado Común. En aquel 14 de enero de 2019 en el que tantas veces se mencionó al Brexit, May intentaba sin éxito convencer a los diputados de la bondad de un mecanismo por el que Irlanda del Norte permanecería provisionalmente en la unión aduanera y el mercado común, si no se pactaba un Brexit que evitase la construcción de una frontera entre las dos Irlandas. Casi cinco años después, se acerca la armonía.
La futura ministra principal, Michelle O'Neill, ha afirmado que la restauración de la autonomía compartida -quebrada por la deriva de aquella idea de May- puede llegar «en el próximo número de semanas». Difuminó más el misterioso número diciendo que puede ser «inminente». El unionista Jeffrey Donaldson se encontró el martes con un funcionario en el aeropuerto de Belfast y le dijo que esté atento estas dos próximas semanas.
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