Bayrou recibe las primeras críticas de su mandato por la gestión del ciclón en Mayotte

«Esta catástrofe no es natural, sino política. (…) En este contexto, usted no tendría que haber estado en Pau, sino en Mayotte», ha criticado en el hemiciclo Mathilde Panot, presidenta del grupo parlamentario de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos). El diputado Stéphane Lenormand, del grupo centrista de oposición Liot, con una posición más bien benigna respecto al Gobierno, también se ha mostrado muy crítico y ha pedido la aplicación del estado de emergencia.

Aún más significativas resultan las críticas que le han caído al líder del MoDem por parte de dirigentes de su mismo espacio. «Hubiera preferido que el primer ministro, en lugar de tomar un avión para ir a Pau, lo hubiera tomado para ir a Mamoudzou», la capital de la isla colonizada por Francia desde 1841, afirmó la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet. Esta influyente representante macronista lamentó, asimismo, la voluntad del 'premier' de compaginar su nuevo cargo con el de alcalde de la localidad cercana al País Vasco francés.

Ante las críticas y este arranque con el pie cruzado, Bayrou se ha defendido asegurando que «participé (en el gabinete) desde el primero hasta el último minuto. Simplemente, lo hice por videoconferencia de la misma manera que el ministro del Interior», Bruno Retailleau, quien viajó hacia el territorio de ultramar siniestrado. El presidente, Emmanuel Macron, ha anunciado este martes que irá al archipiélago, situado a unos 8.000 kilómetros de París, en los próximos días.

Retailleau, uno de los pesos pesados del Ejecutivo saliente de Michel Barnier -destituido a principios de mes a través de una moción de censura-, ha echado un poco más de sal a la polémica al pedir que para reconstruir el archipiélago «se trate la cuestión migratoria con la mayor determinación posible». Aunque la llegada a Mayotte de habitantes de las otras islas de las Comoras suele generar tensiones, se estima que la mayor parte de las víctimas son esos mismos inmigrantes, que viven en chabolas. Ahora mismo esos barrios improvisados han quedado destrozados.

Además de un mínimo de una veintena de muertos, hay 200 heridos graves y 1.500 en una urgencia relativa, según el balance provisional del 'Chido', que también ha acabado con la vida de 34 personas en Mozambique. Las autoridades locales temen que los efectos del ciclón provoquen nuevas epidemias, así como la escasez de comida y agua. El Ministerio del Interior francés ha anunciado un toque de queda nocturno, entre las diez y las cuatro de la madrugada, para evitar los saqueos de tiendas y domicilios. El potente ciclón ha dejado el archipiélago, conocido tanto por la belleza de sus paisajes como su pobreza, en una situación más bien propia de un país subdesarrollado.