Biden cederá sus Abrams para reforzar la unidad de Occidente ante Rusia pero retrasa su entrega

Las fuentes de la Casa Blanca que informaron de los detalles no quisieron especificar si también se proporcionará a Ucrania el peligroso uranio empobrecido que contamina el terreno radioactivamente durante miles de millones de años. Tampoco se ha especificado la fecha exacta en la que estos carros de combate serán entregados. El Gobierno de Biden argumenta que, al tratarse de un nuevo aprovisionamiento que el Pentágono no tiene disponible en sus almacenes, se tardará tiempo. Un tiempo que planea aprovechar para el entrenamiento de los ucranianos en su manejo y mantenimiento.

«Los Abrams son los más eficientes del mundo y extremadamente complejos de operar y de mantener», justificó Biden al anunciarlo. Pero los expertos se han mostrado indignados por lo que consideran una excusa. «Es ridículo», refutó el general Barry McCaffrey en MSNBC. «Los M1 pueden estar disponibles en una semana. ¡Tenemos cientos de ellos en Europa!». El condecorado militar, que sirviera de zar antidrogas a Bill Clinton, opina que el envío de estas unidades acorazadas es el fruto de una ardua negociación con Alemania para forzarla a adoptar un papel más agresivo en Ucrania. «No podemos confundir el objetivo político con el militar», observó. Según eso, el anuncio de este miércoles tiene una función diplomática, al menos en lo inmediato.

Biden presumió este miércoles de la unidad de la OTAN con respecto a Ucrania. «Lo contrario de lo que buscaba Putin», recordó. El presidente estadounidense prometió que los aliados darán a Kiev «lo que necesita para luchar». Hasta ahora el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, «que por cierto hoy es su cumpleaños», recordó Biden, ha tenido que jugar a la defensiva. La percepción es que en esa línea, tarde o temprano, sus tropas sucumbirán al poderío ruso. Se espera que Moscú lance una nueva ofensiva esta primavera, a medida que el clima mejore. Por eso, el objetivo de Washington y la OTAN es que Ucrania esté lista para hacerle frente e incluso pueda darle un zarpazo.

Horas antes que Biden, Olaf Scholz confirmó asimismo el envío de los apreciados tanques Leopard 2. El canciller alemán afirmó que el retraso de Berlín buscaba el consenso y la coordinación con los aliados en la defensa de Ucrania. «Habría sido un error, un grave error, marchar solos por delante. Era correcto y es correcto no habernos dejado llevar por la deriva», dijo en una intervención ante el Bundestag, el Parlamento federal, para explicar sus reticencias a la hora de enviar los Leopard 2 pese a las crecientes presiones internacionales y nacionales de las últimas semanas.

La luz verde al suministro llegó paralela a la aportación de EE UU y tras numerosas conversaciones telefónicas con Biden. «A la hora de proporcionar armamento a Ucrania se trata de apoyar la defensa del país, pero también de evitar una nueva escalada de la agresión rusa. Por eso es correcto y sucede intencionadamente que avancemos en el trabajo paso a paso», siempre con consonancia con los aliados.

Tras comentar que soldados ucranianos serán instruidos próximamente en territorio germano en el manejo de los Leopard 2, Scholz explicó que había dialogado telefónicamente con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien aseguró que Alemania seguirá «haciendo lo necesario y posible para apoyar a Ucrania». En ese sentido rechazó las acusaciones de que Alemania ha hecho poco hasta ahora y subrayó que «siempre estará en primera fila cuando se trate de respaldar a Ucrania», a la vez que destacó que, tras Estados Unidos, este país es, junto al Reino Unido, el mayor suministrador de armamento para las Fuerzas Armadas de Kiev. Zelenski aseguró que la cesión de estos carros de combate supone un «paso importante» hacia la victoria.

El objetivo es dotar rápidamente de dos batallones de caballería compuestos de 40 unidades cada uno, también con ayuda de otros países aliados que disponen de ese armamento. Inicialmente Alemania aportará una compañía con los 14 tanques citados para completar un batallón con ayuda de las aportaciones del mismo carro de combate de países aliados como España, Finlandia y Países Bajos. Un segundo batallón de Leopard 2 será compuesto por blindados procedentes de Noruega y Polonia.