El Gobierno federal alemán ha acordado este jueves nuevas medidas para proteger a la población del terrorismo islamista, combatir la migración ilegal y endurecer la legislación de armas como consecuencia del reciente atentado de Solingen con tres muertos a manos de un simpatizante de Estado ... Islámico. La ministra federal de Interior, Nancy Faeser, habló de «amplias» y «duras medidas» durante la presentación de las mismas en Berlín.
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Entre la medidas adoptadas se encuentra la prohibición total de navajas o cuchillos automáticos, que solo podrán portar excepcionalmente cazadores o artesanos. Asimismo se prohibirá portar todo tipo de arma blanca en fiestas populares, eventos deportivos, ferias y mercados. La prohibición será introducida mediante una ley federal, aunque habrá excepciones para gastrónomos y el personal encargado de levantar carpas y casetas feriales o festivas.
Para evitar que se repitan atentados como el de Solingen, donde el autor del ataque apuñaló a todas sus víctimas en el cuello, la ley permitirá a las autoridades de los distintos Estados federados prohibir portar todo tipo de arma blanca en lugares públicos. Hasta ahora solo se podían prohibir aquellas cuya hoja superase los cuatro centímetros. La prohibición se extenderá además a los transportes públicos, para lo que se redactará una normativa federal.
Para que esas prohibiciones puedan controlarse, el gobierno del canciller federal, Olaf Scholz, ampliará las competencias de las fuerzas de seguridad a la hora de realizar registros y cacheos, también a personas no sospechosas o sin que se haya producido un delito. Además, la concesión de permisos de armas pasará al control suplementario de la Oficina Federal de Investigación Criminal, la Policía Federal y la Oficina Aduanera de Investigación Criminal para impedir que sean entregados a extremistas.
El tripartito alemán de socialdemócratas, verdes y liberales ha acordado recortar además las ayudas a determinados peticionarios de asilo como aquellos migrantes de los que sería responsable otro Estado europeo que ha aceptado además su devolución. Refugiados que han sido previamente registrados en otro país de la UE no percibirán ayuda alguna en suelo germano. Esa gente «se verá excluida» de la recepción de todo tipo de subsidio, dijo Faeser.
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Igualmente se potenciará y facilitará la expulsión de refugiados que hayan hecho uso de armas y perderán el derecho de protección por parte de Alemania aquellos que «sin causas forzosas» retornan a sus países de origen, algunos incluso de vacaciones tras solicitar asilo en este país, como denunció el ministro de Justicia, Marco Buschmann.
El Ejecutivo federal ampliará las competencias de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el extremismo islamista y continuará prohibiendo organizaciones y asociaciones radicales religiosas. Se creará además un grupo operativo asesor para el gobierno en materia de islamismo integrados por científicos y expertos en seguridad. Los proyectos de carácter preventivo en marcha serán igualmente ampliados, sobre todo los que interesan a la Oficina Federal de Migración y Refugiados.
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El paquete de medidas es consecuencia del atentado del viernes pasado en Solingen, donde el joven sirio de 26 años Issa Al H. mató a puñaladas a tres personas e hirió de gravedad a otras ocho. La Fiscalía Federal le acusa de múltiple asesinato y pertenencia al grupo yihadista Estado Islámico, que reivindicó el atentado. El presunto terrorista, en prisión preventiva, debía haber sido deportado el pasado año a Bulgaria, el primer país de la UE en el que fue registrado como refugiado.
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