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A pesar de haber sido elegido hace menos de un mes como defensor de la clase trabajadora estadounidense, Donald Trump ha llenado los principales cargos de su próxima Administración con nombres multimillonarios de Wall Street, incluida la persona más rica del mundo, Elon Musk. Los ... magnates, megadonantes y ejecutivos pudientes que estarán a cargo de puestos económicos clave aglutinan una riqueza total que alcanza los 340.000 millones de dólares. En otras palabras, el selecto equipo que presumiblemente reinará en la Casa Blanca amasa una fortuna que supera el PIB de 169 países.
El propio Trump se convertirá pronto en el presidente más rico de la historia, con un patrimonio neto estimado de aproximadamente 5.600 millones de dólares, según Forbes. Eso sin contar que solo Musk, que desde la reelección se ha hecho inseparable del líder republicano, cuenta con un patrimonio neto de más de 300.000 millones de dólares.
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La lista de los elegidos por Trump para formar parte de su gabinete incluye al menos a cinco multimillonarios y ejecutivos ricos de Wall Street que, además del fundador de Tesla y SpaceX, incluye al empresario de biotecnología Vivek Ramaswamy, la magnate de la lucha libre profesional Linda McMahon, el banquero de inversiones Howard Lutnick y el capitalista de riesgo y gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum. Todos ellos tendrán que ser confirmados por el Senado, excepto Musk y Ramaswamy.
Tras años de demonización del filántropo multimillonario y megadonante de los demócratas George Soros por su apoyo a causas progresistas y a los enemigos de Trump, el presidente electo ha seleccionado precisamente al administrador de fondos de Soros, Scott Bessent, para dirigir el Departamento del Tesoro. Bessent, que ha sido el asesor económico de la campaña del líder republicano, fue un importante contribuyente de causas demócratas a principios de la década de 2000, incluida la campaña presidencial de Al Gore.
El hombre escogido por Trump para gestionar las finanzas del país es un firme defensor de la reducción del déficit y la desregulación, así como la disminución del gasto y la extensión de los recortes de impuestos a las rentas millonarias aprobados durante el primer mandato de Trump.
Reducir el gasto y el ingreso simultáneamente son generalmente dos dinámicas excluyentes, en particular cuando se trata de reducir el déficit. Se trata de una tarea ardua en un país con un colosal déficit de más de 257.000 millones de dólares. Pero Bessent es un experto en inversiones de riesgo, incluida la gerencia de un fondo de cobertura de Soros que en 1992 lanzó la famosa apuesta contra la libra y generó enormes ganancias el «miércoles negro», cuando la moneda británica se desvinculó de las europeas.
Otro importante cargo leal y millonario hecho a sí mismo es el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, elegido para la cartera de Interior. Burgum, que ganó más de 1.100 millones de dólares con la venta de su empresa de software Great Plains a Microsoft en 2001, es otro gran defensor de los recortes de impuestos y la desregularización.
Howard Lutnick, elegido para secretario de Comercio, es el director ejecutivo de la firma de servicios financieros Cantor Fitzgerald con un patrimonio neto de alrededor de 2.000 millones de dólares. Copresidente del equipo de transición de Trump y figura clave durante sus campañas presidenciales de 2020 y 2024 a la hora de canalizar donaciones millonarias de Wall Street, el republicano judío es un ferviente del apoyo incondicional a Israel, y gran defensor de la imposición de aranceles y de las criptomonedas como Tether.
Otra firme aliada de la órbita Trump, la nominada para la Secretaría de Educación, Linda McMahon, cuenta con un patrimonio neto de 3.200 millones de dólares con su marido Vince, con el que fundó el conglomerado de torneos de lucha libre World Wrestling Entertainment (WWE). En 2016 donó seis millones de dólares a la primera campaña de Trump.
Linda, Vince y la WWE fueron demandados por negligencia en el escándalo conocido como la controversia de los 'ring boys', que alegaba abuso sexual a jóvenes desfavorecidos contratados como los 'chicos del ring' para combates de lucha libre. En su próxima reencarnación como secretaria de Educación, dirigirá un departamento que Trump y sus aliados quieren disolver por completo.
Por su parte, el hombre más rico del planeta, Elon Musk, traspasa con creces la línea roja del conflicto de interés por la considerable dependencia de sus empresas de los contratos gubernamentales, que le han granjeado decenas de millones de dólares. Musk, cuyo patrimonio neto ha aumentado en más de 60.000 millones de dólares desde la elección de Trump, será el primer inmigrante de Sudáfrica que trabajó ilegalmente en el país en formar parte de un Gobierno estadounidense.
El director ejecutivo de Tesla y SpaceX, que ayudó a canalizar más de 200 millones de dólares hacia la campaña de Trump, ha utilizado su plataforma X como un megáfono de propaganda para el presidente electo y su agenda. Con todo, el megamillonario será el director de un comité asesor externo encargado de recomendar recortes drásticos a la financiación pública, incluidos despidos masivos, y fuertes ajustes a los programas federales.
Jim O'Neill, nominado como subsecretario de Salud y Servicios Humanos, fue director ejecutivo de la Fundación Thiel, el brazo filantrópico del multimillonario capitalista de riesgo Peter Thiel. O'Neill ayudó a Thiel y al inversor Ajay Royan a lanzar la firma de capital de riesgo Mithril Capital Management, donde el vicepresidente electo JD Vance trabajó antes de organizar su campaña al Senado. Durante la administración de George Bush, Jim O'Neill fue un alto directivo del departamento de Salud y en el primer mandato de Trump se le consideró para un puesto de alto nivel.
Sin ninguna experiencia militar, el fundador de la firma de inversión privada Rugger Management de Palm Beach y exgerente de inversiones del multimillonario Michel Dell, de Dell Technologies, el millonario John Phelan, es el nominado de Trump para la Secretaría de la Marina. Importante coleccionista de arte junto a su esposa, Phelan ayudó a recaudar 38 millones de dólares para Trump en una cena en su mansión en Aspen, Colorado, que alcanzó entre los 25.000 y 500.000 dólares por pareja.
Otro importante altavoz de Trump, el millonario que hizo su fortuna con el negocio farmacéutico Roivant Sciences, y brevemente candidato presidencial republicano, Vivek Ramaswamy, compartirá con Musk las labores de recortes drásticos y masivos del Gobierno, como codirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Su patrimonio neto se estima en 1.100 millones de dólares, según Forbes.
Finalmente, el magnate inmobiliario y de línea dura pro-Israel, Steve Witkoff, es el nominado de Trump como enviado especial a Oriente Medio. Con un patrimonio neto estimado en unos 500 millones de dólares, y carente de experiencia diplomática, Witkoff tiene vínculos de mucho tiempo con fondos de riqueza en Oriente Medio. También los tiene con Trump y la familia de su yerno Jared Kusher, que consiguió una inversión de 2.000 millones de dólares de un fondo dirigido por el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman seis meses después de dejar la Casa Blanca.
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