Scalise, primer candidato para presidir la Cámara de Representantes de EE UU

En una votación anticipada, secreta y a puerta cerrada para evitar hacer públicas las disputas internas que casi les llevan a las manos la semana pasada, «ganó Scalise» como señalaron los primeros en salir de la sala donde el recuento de votos deparó un 113-99 a favor del de Lousiana, actualmente jefe de la mayoría de la Cámara. No está claro todavía que ocurrirá el jueves cuando la votación llegue al pleno de la Cámara de Representantes. Queda la duda de si los partidarios de Jordan seguirán apoyándole.

Este miércoles un grupo de exmiembros del equipo de lucha libre de la Universidad Estatal de Ohio denunciaron en la cadena de televisión NBC que Jim Jordan no les protegió de un depredador sexual cuando era entrenador asistente del grupo.

Scalise necesita 217 votos para convertirse en presidente de la Cámara y sólo puede permitirse el lujo de perder cuatro en la votación del jueves y al menos tres republicanos han dicho ya que no le apoyarán. Por su parte, tres representantes ya han anunciado que no le apoyarán. Además los partidarios de McCarthy prometen bloquear el proceso.

Así las cosas, con tan solo una mayoría de cinco escaños, los republicanos de la Cámara mantienen una parálisis que impide el funcionamiento del Congreso, y, por ende, imposibilita al gobierno de Biden a enviar la ayuda prometida a Israel y a Ucrania.

Por su parte, los demócratas del Senado se movilizan en un nuevo esfuerzo para forzar la aprobación de cientos de nominaciones militares vitales y varios embajadores para Oriente Medio, bloqueados por un solo senador republicano, Tommy Tuberville.

Tuberville, que desde febrero ha paralizado todas las confirmaciones militares en represalia a la regulación del Pentágono por reembolsos a miembros del servicio por viajes para acceder a abortos, redobló su intención de continuar el bloqueo militar después incluso del ataque a Israel.

El bloqueo incluye dos nominaciones al Estado Mayor Conjunto, así como la de oficiales de alto rango a cargo de las fuerzas en Medio Oriente, además de tres designaciones del presidente Biden para las embajadas en países de Oriente Medio, una región clave en estos momentos, además de su candidato para el principal puesto antiterrorista del Departamento de Estado.

El bloqueo de docenas de cargos militares y diplomáticos no solo interfiere con el trabajo del Gobierno, sino que ha producido una acumulación tal que requeriría un considerable número de horas para ratificar las nominaciones. Por ello, los demócratas plantean realizar las ratificaciones en grupo.