Rusia envía a Cuba cuatro buques de guerra para inquietar a EE UU

Occidente vive con inquietud la sensación de que la paz de la que ha disfrutado durante décadas se ha vuelto frágil desde el inicio de la invasión de Ucrania. En ese clima se produce el viaje a Cuba de cuatro barcos rusos: la fragata 'Gorshkov', que es una de las joyas de su Armada, el buque de abastecimiento 'Pashin', el remolcador 'Nikolai Chiker' y el submarino nuclear 'Kazan'.

Su inminente presencia en el Caribe fue confirmada por las Fuerzas Armadas cubanas. «Se corresponde con las históricas relaciones de amistad entre Cuba y la Federación de Rusia», aseguraron. En ese contexto, desde el lunes hasta el miércoles, el ministro de Exteriores cubano visitará Moscú tras pasar unos días en China. «Ninguno de los navíos es portador de armas nucleares, por lo que su escala en nuestro país no supone una amenaza para la región», apuntaron las autoridades de la isla en un comunicado oficial en el que no se dan detalles sobre el tipo de maniobras que realizarán en su territorio o si la flota rusa recalará en otros países. Aunque parece que Venezuela figura también en el plan de viaje.

Altos funcionarios de la Administración estadounidense rebajan la repercusión de la presencia de buques rusos en el Caribe. Aun así, lamentan que el Kremlin no haya informado sobre sus movimientos navales, algo que suele hacerse para evitar malentendidos. En cualquier caso y aunque asume que todos los países tienen derecho al uso de las aguas internacionales, la Marina norteamericana tiene ya bajo su lupa las naves enviadas por Vladímir Putin tan cerca de su costa.

Esta maniobra rusa desempolva el recuerdo de uno de los momentos más críticos de la historia mundial reciente, la Crisis de los Misiles de 1962, en plena Guerra Fría entre Occidente y la Unión Soviética. Un avión de reconocimiento estadounidense descubrió la presencia de bases militares soviéticas con misiles nucleares en suelo cubano. El 22 de octubre de aquel año, el entonces presidente norteamericano, John F. Kennedy, apareció en televisión con gesto serio para dirigirse a los ciudadanos. «Cualquier misil lanzado desde Cuba contra cualquier nación occidental será considerado como un ataque de la Unión Soviética contra Estados Unidos», advirtió.

Durante unos días, el planeta sintió como casi inevitable una guerra nuclear. La población hizo acopio de comida en los supermercados y abrió los refugios. Fue la primera vez que se activó el Defcon 2, el nivel de alerta previo a un conflicto atómico. Sólo se ha recurrido a él en otra ocasión, durante la fase inicial (1990) de la Operación Tormenta del Desierto en la Guerra del Golfo. Al final, la URSS retiró los misiles y se evitó el fin del mundo.