Policías acceden a un edificio de la Universidad de Columbia, en Nueva York. EFE

La represión de las protestas propalestinas en Columbia agita el mundo universitario de EE UU

Cerca de trescientos alumnos han sido detenidos mientras la indignación estudiantil se extiende por los campus de todo el país

Mercedes Gallego

Corresponsal. Nueva York

Miércoles, 1 de mayo 2024, 22:29

El mundo estudiantil de Estados Unidos se convirtió este miércoles en una gran hoguera de múltiples incendios que repicaban la rabia de las protestas reprimidas por segunda vez en un mes en la Universidad de Columbia (Nueva York) el martes por la noche.

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El operativo ... policial, en el que cerca de 300 manifestantes fueron detenidos en dos campus de Nueva York, podrá liberar para la institución de Columbia el espacio que necesita para celebrar el día 15 su ceremonia de graduación, pero no ha logrado acabar con las protestas. Cientos de estudiantes y profesores se manifestaban este miércoles en los alrededores del campus de Morningside, en Manhattan, custodiados por la Policía, que permanecerá en las instalaciones «al menos hasta el día 17 para evitar que vuelvan a alzarse los campamentos», dijo en un comunicado la presidenta de Columbia, Minouche Shafik.

Muchos la responsabilizan de haber colaborado en la escalada de las protestas, que buscan presionar a la universidad para cortar lazos con empresas que apoyen a Israel. «Ha tenido siete meses para negociar con ellos, pero no quiso escucharles hasta que acamparon frente a su puerta», declaró a MSNBC Joseph Slaughter, profesor de Derecho, Literatura e Historia Sociocultural en ese centro.

1.200 manifestantes

arrestados desde el inicio de las movilizaciones en favor de los palestinos.

Por supuesto, no todos comparten su opinión. Mientras Slaughter recordaba los llantos y sollozos que veía en sus estudiantes tras la violenta toma del campamento propalestino, que llegó a ocupar el edificio de Hamilton Hall y rebautizarlo con el nombre de una niña palestina de 6 años muerta en la masacre de Gaza, otro profesor de Derecho, Joshua Mitts, consideraba que los jóvenes se pasaron de la raya al vandalizar un inmueble de la institución académica, algo que, a su juicio, no podía quedar sin castigo porque «parte del proceso de maduración en un campus es aprender a canalizar las emociones de forma efectiva».

Los estudiantes observaban que, si bien el grupo que tomó el Hamilton Hall rompió a martillazos el cristal de la puerta de entrada para abrirse paso y utilizó los muebles como barricadas, hubo destrozos que no se le pueden atribuir. «Al salir la Policía no quedaba ni una ventana por romper», comparó David González, un joven que se había encerrado en el campus con los manifestantes para ser testigo de la historia y contarlo en la emisora estudiantil WKCR.

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Eco de 1968

La carga policial contra Columbia se producía exactamente 56 años después de que otra todavía más violenta dejara 148 heridos y más de 700 detenidos el 30 de abril de 1968. La furia que desató dio pie al famoso Mayo del 68, en el que las protestas estudiantiles se multiplicaron por el mundo por diversas causas, desde la lucha contra el apartheid a las protestas por la guerra de Vietnam, pasando por la defensa de los derechos civiles. Martin Luther King acababa de ser asesinado veinticinco días antes en un motel de Memphis y Robert Kennedy correría la misma suerte un mes después.

El convulso verano de 1968 no había hecho más que comenzar y tendría su eclosión en la convención demócrata de Chicago, donde siete días de protestas y brutalidad policial dejaron 2.150 detenidos, 48 heridos de bala a manos de la Policía y 90 agentes lesionados en los enfrentamientos. Este año, por primera vez desde entonces, el Partido Demócrata volverá a celebrar su convención en Chicago. Si las movilizaciones de entonces se consideran parte de lo que hizo perder las elecciones a Hubert Humphrey, la sombra de estas nuevas manifestaciones pone ya en duda la suerte de Joe Biden en su reelección de noviembre.

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Postura oficial

«Tomar edificios por la fuerza no es pacífico», replica la portavoz de la Casa Blanca

Los choques actuales han dejado ya más de 1.200 detenidos. Un enfrentamiento entre grupos proisraelíes que atacaron los campamentos propalestinos en la Universidad de California de Los Ángeles obligó este miércoles a cancelar las clases. Los políticos intentaban pescar en el río revuelto con visitas a campus conflictivos, que solo encendían más los ánimos, y llamadas al orden por el Partido Republicano.

Preguntada en rueda de prensa sobre si el presidente, Joe Biden, estaba de acuerdo con el despliegue policial que se está llevando a cabo en diferentes universidades del país para desmantelar protestas pacíficas, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se limitó a corregir el enunciado: «Tomar edificios por la fuerza no es pacífico».

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