El nuevo portavoz del Congreso de EE UU, Mike Johnson, este miércoles en el Capitolio de Washington Reuters

Un abogado negacionista afín a Trump se convierte en el nuevo portavoz del Congreso de EE UU

Mike Johnson, de 51 años, es elegido presidente de la Cámara de Representantes y tercero en la línea de sucesión con el unánime apoyo de los republicanos

Mercedes Gallego

Corresponsal. Nueva York

Miércoles, 25 de octubre 2023, 22:11

Las tres semanas de parálisis que ha sufrido el gobierno de Estados Unidos, ante la incapacidad del Partido Republicano, con mayoría en la Cámara Baja, para elegir a un portavoz, terminaron este miércoles con el nombramiento de Mike Johnson. El nuevo portavoz es un abogado ... de 51 años muy conservador que niega la victoria electoral de Joe Biden y jugó un papel importante en los esfuerzos De Donald Trump para revertirla.

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Se trata del cuarto candidato que ha propuesto el partido para este cargo en lo que va de mes. El portavoz Kevin McCarthy fue fulminantemente destituido el 3 de octubre, cuando un solo miembro de su conferencia puso a votación una moción de censura, que sacó adelante por ocho votos. Era la primera vez en la historia que caía un portavoz del Congreso, apenas nueve meses después de ser elegido. Para convertirse en sucesor de Nancy Pelosi le hicieron falta 15 rondas de votaciones y muchas concesiones al ala más radical del partido, que finalmente le aceptó a cambio precisamente de poder poner su cargo en la picota con que un solo diputado lo solicitase.

McCarthy no resultó ser lo suficientemente radical para este ala, que también torpedeó a Steve Scalise, un tipo jovial que había hecho amigos en la Cámara y contaba con el sólido beneplácito de la Asociación Nacional del Rifle y hasta el Ku Klux Klan. Fue uno de los primeros radicales que se hizo un nombre precisamente por atacar la «radical agenda de izquierda» de Barack Obama.

No era, con todo, suficientemente extremo para lo que buscaba el Freedom Caucus, que maniobró para forzar la candidatura de Jim Jordan, miembro fundacional de ese caucus y arquitecto del cierre de gobierno de 2013. «Nunca he conocido a un tipo que pase más tiempo destrozando cosas», había dicho de él el exportavoz republicano del Congreso John Boehner, que lo llamó «terrorista legislativo».

Molestos por la maniobra que no permitió a Scalise ser votado, los republicanos moderados votaron en contra de Jordan, que se retiró tras tres humillantes derrotas. El siguiente candidato que eligió el grupo parlamentario fue Tom Emmer, cuyo pecado capital era haber votado a favor de la certificación de los resultados electorales que dieron la victoria a Biden. Trump había prometido quedarse fuera de esta disputa» lo más posible», pero no pudo resistirse. Cuando compartió en la red social Truth Social un comentario de la activista de ultraderecha Laura Loommer acusando a Emmer de «permitir a los comunistas» y ser un 'Never Trumper' (Nunca Trump), mandó el mensaje a sus acólitos de que no era alguien de su gusto. Un «RINO globalista», escribió (Republicano De Nombre), «totalmente fuera de contacto con los votantes republicanos». Luego cogió el teléfono para llamar a algunos de los diputados afines y expresar su descontento con el candidato. «Está acabado. Me lo cargué», presumió después en un mensaje de texto al que tuvo acceso Politico.

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Ante la eliminación de todos los candidatos, Johnson lo ha tenido fácil. Cumple con los requisitos de ser amigo de Trump y un negacionista electoral, socialmente muy conservador y con pocos enemigos en el Congreso. Todo el partido estaba ansioso por dejar atrás la guerra interna que exponía tan públicamente sus divisiones y ha dañado su imagen. A Johnson le toca ahora le toca unificar a la formación, negociar la continuidad presupuestaria de gobierno y aumentar la mayoría en las próximas elecciones legislativas del año que viene.

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