La Justicia ordena a Texas retirar el muro flotante sobre el río Bravo

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Mercedes Gallego

Los argumentos del tribunal con sede en Austin, la capital de este estado, coinciden con las críticas del Gobierno de Joe Biden a la colocación de las boyas, que giran si alguien trata de agarrarse a ellas y que, a cada lado, cuentan con discos metálicos dentados. En la zona aparecieron dos cadáveres en agosto, alertó el Ejecutivo mexicano. El republicano Abbott, que denuncia la «invasión» de migrantes ilegales a través de Texas, apelará la orden judicial.

La colocación de este muro flotante de color naranja, que en agosto se comprobó que ocupaba en su mayor parte el lado mexicano del río Bravo, desencadenó un reguero de críticas a ambos lados de su cauce. En Estados Unidos, el Departamento de Justicia advirtió de que representaba un problema humanitario y también diplomático al saltarse los tratados fronterizos. En México, su presidente, Andrés Manuel López Obrador, lo tachó de «provocación» por ir en contra de su soberanía nacional. Su Gobierno aseguró tras conocer la orden judicial que seguirá «atento» su resolución e insistió en la «urgencia» de la retirada de las polémicas boyas.

El tribunal que ha puesto fecha de caducidad a la medida de Abbott -que este mismo año envió autobuses con migrantes hacia estados gobernados por demócratas- prohibió a las autoridades estatales y a cualquier entidad que trabaje a su servicio «construir o agregar cualquier boya, barrera o estructura de cualquier tipo» en el río Bravo.