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El más icónico de los presidentes recientes de Estados Unidos empieza a ser citado como la solución a los problemas que afronta Joe Biden para ser re-elegido en noviembre de 2024. ¿Puede volver Barack Obama a la política? El actual ocupante de la Casa ... Blanca acaba de cumplir 81 años y su aspecto y fragilidad son los de alguien todavía más mayor. En una sociedad que rinde culto a la acción, la juventud y el buen aspecto físico, Biden es percibido por muchos votantes como falto de energía y débil. Da igual que haya conseguido algunos logros muy notables. En el plano económico, ha impulsado leyes que han relanzado sectores de futuro como la energía o la tecnología digital y ha luchado contra la emergencia climática, la desigualdad y la exclusión social. Su legado internacional es también sólido, fruto de su enorme experiencia en asuntos de seguridad. No obstante, el claro apoyo a Israel en la guerra de Gaza le resta apoyos entre los jóvenes del ala izquierda de su partido. Biden además ha devuelto la dignidad al puesto de presidente, después del espectáculo de furia y ruido de Donald Trump.
Pero las encuestas no lo reconocen y Trump sube desde los ataques terroristas de Hamás el pasado 7 de octubre. Los estrategas demócratas sopesan cómo reaccionar. La vicepresidenta Kamala Harris no añade mucho al ticket electoral. El presidente todavía podría anunciar que al final no se presenta por cuestiones de salud y apoyar a un candidato demócrata nuevo, que habría que improvisar a toda velocidad. Pero su círculo más cercano le ha convencido que no tiene por qué renunciar a un segundo mandato y que al final volverá a derrotar al magnate neoyorkino, plagado de problemas judiciales. Biden también podría descabalgar a Harris, prometiéndole un puesto en el Tribunal Supremo cuando haya una vacante. Se apoyaría en un candidato a vicepresidente que tenga más tirón y sea más creíble.
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Mercedes Gallego
Si quisiera volver a la política, Obama sería un buen reemplazo tanto para Biden como para Harris. El plan B -el más probable- es que el expresidente se una unos meses a la campaña electoral como telonero del presidente, dada sus formidables dotes de oratoria y persuasión y su buen cartel entre las minorías. Obama es joven (62 años), y desde su salida del poder no ha hecho nada, salvo compartir una buena playlist de canciones en Spotify. De este modo, repararía su imagen de ex político indolente, dedicado a ganar dinero con conferencias de factura astronómica y a disfrutar de largos viajes en los barcos de sus amigos billonarios.
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