Secciones
Servicios
Destacamos
Diez segundos. Una cadena de explosiones meticulosamente coordinadas ha terminado en ese breve lapso con el cepo de miles toneladas de acero y hormigón que mantenía atrapado al mercante Dali desde que el 26 de marzo colisionara contra el puente Key de Baltimore. Entre el ... alivio y los aplausos de miles de vecinos y trabajadores portuarios de la ciudad, las detonaciones han cortado en decenas de fragmentos los restos del viaducto que se precipitaron durante el accidente sobre la proa del portacontenedores. Liberado de estos restos, cuatro remolcadores podrán ahora arrastrar al supernavío hasta una terminal marítima y acelerar los trabajos para despejar la entrada central a la bahía y reabrirla de nuevo al tráfico.
La expectación era inmensa. Las autoridades reservaron un espacio para los medios de comunicación en el parque de Ford Armistead, un lugar lo suficientemente próximo para que registraran la explosión, pero a la necesaria distancia para no verse afectados por su onda. Junto a ellos, miles de ciudadanos tomaron posiciones. Los trabajadores de oficinas, bares y otros negocios en dos kilómetros a la redonda recibieron tapones de goma para protegerse del estruendo. Había una enorme curiosidad para averiguar el resultado de una laboriosa operación de demolición, de cómo los técnicos planificaron durante semanas la manera de retirar la enorme sección del puerte que atrapaba el barco.
Noticias relacionadas
A las 17.01 horas del lunes (poco antes de medianoche en España), un ingeniero apretó el detonador. Se activaron cincuenta cargas explosivas estratégicamente situadas en la megaestructura. Saltaron las llamas y el humo en una ráfaga instantánea que cortó limpiamente el acero y el hormigón. Desde los muelles, donde algunos negocios permanecen paralizados, se escucharon aplausos. La demolición fue exitosa. Liberó al Dali de su pesado cerrojo y envió los restos al fondo del mar. Con bastante limpieza en apariencia, aunque varias tripulaciones recorren este martes la bahía para confirmalo. De haberse desplomado los hierros sobre el portacontenedores hubiera sido un desastre en toda regla, añadido al catastrófico accidente ocurrido hace cincuenta días.
«Lo siento como ese punto de una maratón en el que, una vez lo superas, todo es cuesta abajo», ha señalado el contralmirante de la Guardia Costera, Shannon Gilreath, en el 'Baltimore Sun. «Hemos superado toda la parte más difícil. Queda mucho trabajo por delante, pero sabemos que podrá lograrse», añade Gilreath. «Creo que los ciudadanos respiraremos más aliviados a partir de ahora. Ver todos los días los restos del puente con el barco debajo en medio de la bahía ha sido un recordatorio constante de una tragedia que ha cambiado mucho la vida de Baltimore. Esto nos da esperanza», relataba por su parte a una emisora Harriet Cadwell, una mujer que diariamente cruzaba el Francis Scott Key para dirigirse a su trabajo al otro lado de la ciudad.
Crews performed a controlled demolition to dismantle the largest remaining section of the collapsed Baltimore Bridge.pic.twitter.com/E9nhbjTxki
— Volcaholic 🌋 (@volcaholic1) May 13, 2024
El portacontendores, de 300 metros de longitud, colisionó contra uno de los pilares principales del viaducto al amanecer del 26 de marzo. Acababa de zarpar del puerto y enfilaba la bocana cuando perdió el sistema eléctrico, quedó a la deriva y chocó contra la columna. Algunos expertos calcularon la potencia del impacto como superior a la de un misil. El puente se desplomó en su totalidad cegando el cauce del río Patapsco. Seis obreros que realizaban labores de mantenimiento sobre el viaducto murieron en el siniestro. Los bomberos rescataron precisamente la semana pasada el cadáver del último de ellos.
Equipos especializados en demoliciones habían estudiado al milímetro la estructura con ayuda de buzos y drones. Localizaron los puntos donde romper las vigas, perforaron pequeños agujeros y colocaron las cargas en el interior. La detonación iba a realizarse el pasado sábado, pero las condiciones meteorológicas obligaron a retrasarla hasta este lunes. Previamente fue necesario cerrar y purgar una conducción de gas submarina.
Este martes, los técnicos inspeccionan los restos hundidos para comprobar que ninguna carga ha quedado sin explotar y, según los responsables del operativo, es probable que el navío sea conducido a un muelle entre este miércoles y el jueves después de ser reflotado aprovechando una marea alta. El mismo portavoz ha señalado que hay escombros de cemento y asfalto que han quedado diseminados sobre la cubierta y serán retirados antes del fin de semana. El Dali presenta un enorme corte en la proa, justo en el lugar donde cayeron los restos del puente, de unas 6.000 toneladas de peso. Es muy probable que no pueda ser reparado en Baltimore, de modo que acabará en unas instalaciones más adecuadas en Norfolk. En el puerto le aguardan los inspectores de varias compañías aseguradoras, en lo que se presenta como una ardua batalla jurídica para pagar las indemnizaciones ante las denuncias cruzadas en el caso.
Hasta el momento, el tráfico portuario ha podido derivarse por sendos canales alternativos, pero la intención de las autoridades marítimas consiste en rebrir el paso central, de unos 250 metros de anchura, lo antes posible. Los restos explosionados este lunes serán troceados ahora y retirados con grúas especializadas en grandes tonelajes. Mientras, los operarios continúan sacando del agua los otros pedazos lateras del viaducto que se desplomaron directamente al agua en el accidente. El Gobierno de Maryland no cree que el puente destinado a sustituir al Key esté listo antes de cuatro años.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.