El puente de Baltimore quedó hecho pedazos tras el impacto del 'Dali'. Tom Brenner/Reuters

Del capitán desmayado por la vacuna del covid al inicio de la tercera guerra mundial, las disparatadas teorías del accidente de Baltimore

Los expertos en comunicación social y política se muestran impresionados y muy preocupados por la avalancha de 'fake news' tras la colisión del buque 'Dali'

Viernes, 29 de marzo 2024, 15:08

El peligro está ahí mismo. El colapso del puente de Baltimore ha sorprendido a expertos en imagen y analistas sociales por el enorme caudal de 'fake news' que ha desatado. Y el seguimiento de millones de personas que las han visualizado. Los bulos se cuentan ... por centenares y los hay de todo tipo. El más manido es el habitual de este tipo de foros, el del ciberataque terrorista que enloqueció todos los sistemas del portacontenedores, tomó su control a distancia y lo dirigió contra la base del viaducto para destruirlo por completo.

Publicidad

También ha tenido amplia aceptación en los círculos antivacunas la teoría de que el capitán se desmayó tras haber recibido una dosis contra el Covid-19. Un ejemplo del modo de funcionamiento de este tipo de difamadores y de cómo todo hecho es válido con tal de arrimar el ascua a la sardina. Olvida, eso sí, que en este barco y en todos hay pilotos. Si el capitán se hubiera desvanecido, la disrupción más probable en el puente de mando habría consistido en llevarle a la enfermería. O sentarle en una silla, no dejarle el timón. Por cierto, otro rumor malicioso asegura que el capitán es ucraniano. Posiblemente haya sido fabricado en Rusia. El rumor, no el capitán, que es natural de India.

Más allá de los propios contenidos, la manifiesta capacidad de los grupos conspiranoicos, las granjas de trolls y los particulares empeñados en las hipótesis más delirantes para infectar la red en sólo las veinticuatro horas posteriores al accidente han tenido ya el efecto de alarmar a los estrategas políticos estadounidenses. Estos profesionales han visto en esta avalancha un anticipo de lo que puede ocurrir en la carrera electoral entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump cuando entre en su recta definitiva en verano y sus consecuencias en un país donde el 25% de la población todavía cree que el FBI orquestó el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

Agentes intoxicadores

Si la colisión accidental de un buque contra el puente de Baltimore ha sido convertida en internet en un acto deliberado o terrorista para millones de estadounidenses, y muchos lo han interiorizado, los expertos se asustan ante lo que pueda suceder en una campaña presidencial cuyo desarrollo se prevé a cara de perro, con una difusión mediática como nunca se ha visto hasta ahora en la historia electoral de Estados Unidos, y una ingente cantidad de «agentes intoxicadores» al acecho; desde los grupos de desinformación rusos hasta los foros ultraconservadores y movimientos extremistas internos, tipo QuaNon, éste que afirma que los demócratas son un grupo de pederastas satánicos devoradores de niños (verídico).

Y ni siquiera es necesario que se trate de asociaciones de inspiración lisérgica o ideológica. No es preciso comerse un hongo alucinógeno o ser un ultrarradical para sembrar la basura. Entre quienes promovieron 'fakes' proTrump en la campaña de 2016 hubo también simplemente un grupo de adolescentes macedonios que entretenían las horas de aburrimiento confeccionando proclamas a favor del magnate republicano y burdas falsedades sobre los demócratas.

Publicidad

Biden versus Trump

Los expertos se asustan ante lo que pueda suceder en una campaña presidencial cuyo desarrollo se prevé a cara de perro

Impacta la velocidad a la que se expande la miseria humana. Impacta el hecho de que miles de ciudadanos vieran en la mañana del martes los bulos antes que el accidente real del 'Dali'. Non Stop. Sin filtros. Algunos medios de comunicación daban cuenta de la «impresión» que muchos particulares sintieron al ver en determinadas redes explotar un camión bomba en un puente, sin percatarse de que se trataba del atentado ocurrido hace dos años en el viaducto de Crimea en el contexto de la invasión rusa a Ucrania. Algunas de las 'fakes' están ciertamente logradas, como la que muestra la estructura del Francis Scott Key sacudido por una cadena de explosiones controladas antes de caer al río, como si se tratarse de una demolición.

'Culpa' de Israel, Rusia, los Obama...

Expertos en comunicación que han analizado este fenómeno denuncian su relación interesada con la actualidad del momento. Algunas falsas afirmaciones relacionan el desplome con el Gobierno de Israel, cuya relación con la Casa Blanca se ha enturbiado estos días por la catástrofe humanitaria en Gaza, otros con un ataque preventivo de Rusia y los hay incluso que culpan a los Obama, justo cuando salen en apoyo de Joe Biden en los mítines demócratas. ¿Cómo? ¿Los Obama golpeando Baltimore? Atención, que la relación es rocambolesca.

Publicidad

La productora del expresidente y su mujer, Michelle, participó el año pasado en una película absolutamente distópica sobre el mundo en pleno apocalipsis, protagonizada por Julia Roberts y Ethan Hawke: 'Dejar el mundo atrás', todo un éxito en Netflix que debe buena parte de esa popularidad a su capacidad para generar teorías políticas y finalistas del planeta que conocemos. Pues bien, en una escena puede observarse a un buque que embarranca en una playa después de sufrir un ciberataque. ¿Para qué quieren más? Un encaje perfectamente surrealista e ilógico con Baltimore, pero perfecto para quienes ven fantasmas detrás de las cortinas. Pero hay más. El barco del largometraje se llama 'White Lion' (León blanco) y resulta que el portacontenedores 'Dali' se dirigía a Sri Lanka, en cuya bandera hay impreso un león. Mézclese todo bien y ya está servido el cóctel delirante con los Obama en medio.

La autopista de Broening se ha convertido en punto de peregrinación de curiosos que quieren ver de cerca el lugar del accidente. Chip Somodevilla/AFP

Toda catástrofe tiene un poder innato para desatar conspiraciones. Sin embargo, entre los expertos en redes y comunicación crece la preocupación por su aumento desenfrenado y, sobre todo, su capacidad de llegar en escasas horas hasta el último rincón digital. Baltimore ha sido, de hecho, un ejemplo demoledor. Hay especialistas en este tipo de manejos como A. Tate, un individuo acusado de delitos sexuales que, a pesar de todo, convoca a millones de seguidores en internet. Poco después de la colisión difundió la falsa idea de que «agentes extranjeros» habían destruido el puente tras atacar «cibernéticamente» al mercante. Su tuit contabilizó en apenas 36 horas más de 18 millones de visualizaciones. Alex Jones, otro difusor de teorías catastrofistas, publicó: «Un ciberataque es probable. La Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado». El individuo vende paquetes de supervivencia y anima a sus simpatizantes a comprarlos para que el fin del mundo les pille bien provistos y, al parecer, alimentados.

Publicidad

Láseres espaciales

Las cosas están llegando muy, muy lejos. Inmediatamente después de conocerse que las víctimas mortales del puente eran inmigrantes hispanos, las autoridades supieron que la maldad iba a dispararse. El alcalde de Baltimore pidió a los ciudadanos «decencia y respeto» y que contribuyeran a que no se difundieran «informaciones erróneas». Pero poco tardaron los foros de la derecha en mezclar las políticas estatales de integración con la catástrofe al sugerir que ésta se produjo porque los trabajadores de mantenimiento del viaducto carecían de un nivel superior de profesionalidad. Nada importó que, en realidad, la embestida del buque fue la que colapsó el viaducto y ellos fueron las víctimas del siniestro. Como si el parcheo del pavimento lo hubiera echado abajo. El fanatismo mata peor que la realidad.

Poco tardaron los foros de la derecha en mezclar las políticas estatales de integración con la catástrofe, cuyas víctimas mortales eran inmigrantes hispanos

Por fortuna, quedan intelectuales como David Simon, creador de la serie 'The Wire', cuyo escenario es precisamente su ciudad, Baltimore, que contraatacó con ironía y finura política. A los conspiranoicos les explicó que el portacontenedores perdió propulsión y se quedó sin gobierno tras sufrir un apagón. Luego añadió que podían atribuir el fallo eléctrico a un ataque de «láseres espaciales judíos», en alusión a la bochornosa intervención de la republicana y reconocida trumpista Marjorie Taylor Greene, quien dijo el año pasado que la oleada de graves incendios forestales registrada en California pudo ser causada precisamente por láseres espaciales detrás de los cuales se encontraban los hebreos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad