Joe Biden responsabiliza a Trump de la «carnicería» del asalto al Capitolio

A su vez, saliendo al paso a las críticas por la inacción del Departamento de Justicia a la hora de investigar la conspiración, el fiscal general, Merrick Garland, pronunció un discurso sobre los esfuerzos para enjuiciar a los responsables. Evitó hablar sobre personas o cargos específicos, pero resaltó el compromiso inquebrantable de su equipo en la defensa de los empleados de las juntas electorales ante las amenazas. Garland anunció también la contratación de docenas de abogados para intensificar el derecho de voto y la Constitución.

El departamento de Justicia ha sido objeto de fuertes críticas de la prensa ante la aparente falta de investigaciones. En un artículo del diario 'Washington Post', la periodista Jennifer Rubin señalaba que «la paciencia se está agotando con Garland», instando al fiscal general, que aún no ha vinculado a Trump con la insurrección, a explicar en términos claros que el asalto a la democracia comenzó mucho antes del 6 de enero.

Trump canceló el miércoles su conferencia de prensa sobre el aniversario prevista para este jueves en Mar-A-Lago para gran alivio los republicanos del Congreso. El expresidente, que se enfrenta múltiples investigaciones sobre sus negocios, ha sido puesto sobre aviso por el Comité del Congreso que investiga la insurrección y asegura tener evidencias sobre su incumplimiento del deber.

Tardó horas en pedir a los violentos -que él mismo incitó- que pusieran fin al ataque y se desentendió de sus responsabilidades como primera autoridad de país, lo que violó su juramento de proteger y defender la Constitución. Indiferente a las peticiones de muchos, incluida su propia familia, Trump abandonó sus funciones para ver la insurrección por televisión en el comedor adyacente al Despacho Oval.

Un año después de que la turba saqueara el Capitolio, el extremismo y el culto a Trump se ha apoderado del Partido Republicano, que ha construido su propio relato sobre un increíble robo de las elecciones con el objetivo de justificar y exonerar sus actos de complicidad.

A pesar de las escuetas condenas de algunos líderes en los días sucesivos al ataque, los republicanos eximieron al expresidente en el segundo juicio de destitución en el Congreso y han votado repetidamente en ambas cámaras en contra de comités de investigación. El asalto violento al Capitolio, que se explica como una cruzada moralmente justificada para «salvar la democracia», ha dado impulso a un amplio movimiento antidemocrático que define la nueva ruta del trumpismo sin Trump.

El extremismo republicano se ha movilizado para aprobar leyes de supresión del voto (23 estados han aprobado 33 normas), un control partidista de las juntas electorales y la ampliación de los poderes de gobernadores y fiscales generales estatales para cambiar a su discreción los resultados