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Otras seis horas de interrogatorio infructuoso. Los agentes de la Oficina para la Investigación de la Corrupción en Altos Cargos (OIC) surcoreana se dieron por vencidos este lunes tras un nuevo intento de que el presidente Yoon Suk-yeol, cesado de su cargo por la ... Asamblea Nacional por decretar la ley marcial, prestase declaración en el centro de detención de Uiwang, a unos 22 kilómetros de Seúl, donde permanece después de ser arrestado. La defensa del jefe de Estado asegura que la investigación de la OIC es «ilegal».
La cita con el mandatario estaba fijada a las 10.00 horas, tras volver a negarse a declarar el domingo. La dirección del centro ha informado de que el detenido había pasado «bien» la noche, ha colaborado con la toma de la fotografía para la ficha policial y se ha sometido a un examen físico. «Yoon parece que niega el Estado de Derecho y no contribuye a resolver la cuestión dentro del sistema judicial», ha lamentado la OIC.
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El organismo ha puesto el acento en la necesidad de garantizar la seguridad de los funcionarios implicados en la investigación, después de que la Policía detuviera a 86 personas por el intento de asalto al tribunal que dictó la orden de arresto del jefe de Estado. El sábado más de 44.000 seguidores de Yoon se concentraron ante el juzgado contra la decisión.
Un acto que transcurrió con tranquilidad hasta que un grupo de alborotadores decidió entrar por la fuerza en el edificio, trepando por las paredes mientras arrojaban sillas de plástico, basura y otros objetos y rociaban con un extintor contra los agentes de policía apostados alrededor del edificio, según el relato de la agencia oficial de noticias surcoreana, Yonhap.
El mandatario ha publicado una carta a sus partidarios en la que les pide recurrir exclusivamente a «medios pacíficos», aunque ha expresado su simpatía con su «resentimiento e ira». El presidente se muestra «atónito» y «apesadumbrado» por el asalto.
Todo ello mientras el Tribunal Constitucional continúa con el juicio en el que debe pronunciarse sobre el cese de Yoon. A la tercera va la vencida. Tras negarse a acudir a las dos citas anteriores, este lunes ha anunciado que se presentará a la vista judicial del martes, prevista para las 14.00 hora local (6.00 en la España peninsular).
Se trata del primer presidente de la historia moderna de Corea del Sur en ser detenido formalmente, en este caso por insurrección y abuso de poder por su declaración de la ley marcial del 3 de diciembre y por enviar a militares a la Asamblea Nacional para evitar que la Cámara anulara su decreto.
Ahora el Alto Tribunal debe revisar las pruebas presentadas por la Asamblea Nacional en relación con la ley marcial anunciada a principios de diciembre y que ha sumido al país en una grave crisis interna. El Constitucional tiene 180 días para pronunciarse sobre el caso y ratificar o no su destitución. En caso afirmativo, Yoon será cesado definitivamente y el país tendrá que acudir a elecciones anticipadas en un plazo de 60 días. En caso de que la Justicia rechace su destitución, volverá a la Presidencia.
El ejército de Corea del Sur ha informado este lunes de que cuatro altos cargos han sido cesados por su presunta implicación en la ley marcial aprobada a principios de enero por el presidente destituido Yoon Suk-yeol. Así, las comisiones disciplinarias del Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas han decidido cesar a los generales Yeo In-hyung, jefe del Mando de Contrainteligencia, Moon Sang-ho, jefe del Mando de Inteligencia de Defensa, Lee Jin-woo, jefe del Mando de Defensa Capital, y Kwak Jong-heun, jefe del Mando Especial de Guerra del Ejército.
Asimismo, las autoridades están supervisando la imposición de medidas disciplinarias contra el jefe de las Fuerzas Armadas, Park An-su, que también ha sido suspendido. Moon ha sido acusado de ordenar el despliegue de tropas en las inmediaciones de la Comisión Nacional Electoral en Gwacheon, al sur de Seúl. Lee, por su parte, ha sido señalado como responsable despliegue en las inmediaciones del Parlamento y pedir la entrada de los efectivos en el inmueble para sacar a los diputados por la fuerza.
Asimismo, las autoridades están supervisando la imposición de medidas disciplinarias contra el jefe del Ejército, Park An-su, que también ha sido suspendido. Moon ha sido acusado de ordenar el despliegue de tropas en las inmediaciones de la Comisión Nacional Electoral en Gwacheon, al sur de Seúl. Lee, por su parte, ha sido señalado como responsable despliegue en las inmediaciones del Parlamento y pedir la entrada de los efectivos en el inmueble para sacar a los diputados por la fuerza.
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