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Ni un minuto de tranquilidad, ni un segundo para abandonar el miedo. Entre la cena del viernes y el desayuno del sábado, Francisco Tamariz, alcalde de La Libertad, en la provincia de Santa Elena, y Otto Sonnenholzower, candidato presidencial por la alianza Actuemos, denunciaron atentados ... en su contra a menos de 24 horas de las elecciones de Ecuador, que acude hoy a las urnas. No hubo que lamentar víctimas.
«Acabamos de sufrir una balacera frente al lugar donde estaba desayunando con mi familia», escribió Sonnenholzower, que por primera vez, después de ser vicepresidente durante año y medio en el Gobierno de Lenin Moreno, busca la presidencia. El candidato se encontraba en el puerto de Guayaquil y exigió inmediatamente una investigación de lo ocurrido. «Me duele el miedo y la impotencia que vi en los ojos de todos los presentes. No podemos seguir así. Mañana -por hoy- cambiemos el rumbo».
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El alcalde de La Libertad, que es el jefe de la campaña de Revolución Ciudadana, liderada por el expresidente Rafael Correa, hoy refugiado en Bélgica, y que presenta como candidata a Luisa González, señaló que había salido ileso de un ataque junto a su esposa y otros dos amigos que viajaban en un vehículo blindado, al que el pasado jueves dispararon treinta balazos.
De la sensación de miedo no escapa ningún candidato ni ciudadano ecuatoriano después del asesinato, el 9 de agosto, de Fernando Villavicencio, el hombre que con más ahínco había denunciado la corrupción política y la intromisión del narcotráfico en el país. Tantos son los temores a sufrir un atentado que la mayoría de candidatos han aparecido en las conferencias de prensa y los eventos personales con chaleco antibalas.
Según el diario ecuatoriano 'Primicias', los ciudadanos acuden hoy a las urnas con el dilema de elegir entre el voto útil y el de la indecisión. Antes del asesinato de Villavicencio, indica este medio, el 50% de los electores todavía no había decidido a quién apoyar. El periódico 'El Mercurio', editado en Cuenca, capital de la provincia del Azuay, el país votará en unas elecciones inéditas por la creciente ola de violencia. Los ocho aspirantes a la presidencia han centrado su discurso en diversas formas de combatir la inseguridad, que es atribuida al crimen organizado y, especialmente, al narcotráfico. A ambos se les culpa del giro de un país que hace cinco años tenía un índice de criminalidad de 5,48 homicidios por cada 100.000 habitantes y ha pasado a 25,32.
Los candidatos han centrado sus promesas en la lucha por devolver el país a la paz y acabar con la ola de violencia en las calles. Acuden como aspirantes a suceder al presidente Guillermo Lasso la representante del partido de Rafael Correa, Luisa González, el exvicepresidente Sonnenholzmer, el exlegionario y empresario Jan Topic, el ambientalista Yaku Pérez, los empresarios Xavier Hervas y Daniel Noboa, el abogado Bolívar Armijos y el periodista Christian Zurita, sustituto del malogrado Villavicencio.
El proceso electoral comenzó el pasado jueves con los presos sin sentencia firme (casi 5.000) y continuó el viernes con las personas mayores con discapacidad física igual o superior al 75% (587 votantes) que pidieron votar desde casa. Este sábado, durante el día previo a los comicios, en el que imperaba la ley seca, los candidatos dedicaron la jornada a pasear por mercados, parques y plazas. Siempre bajo protección policial.
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