Venezuela eleva la tensión con Guyana al aprobar en referéndum la anexión del Esequibo

«El pueblo de Venezuela ha hablado alto y claro para luchar por el futuro de la patria y el futuro del país. Hemos dado los primeros pasos de una nueva etapa histórica para luchar por lo nuestro», proclamó el domingo el presidente, Nicolás Maduro, ante una multitud en la céntrica Plaza Bolívar de Caracas. El discurso del líder bolivariano, que en 2024 optará a la reelección, se produjo después de que el jefe del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, detallara que la consulta para «la creación del estado Guayana Esequiba» fue aprobada por el 95,93% de los más 10,5 millones de ciudadanos que acudieron a las urnas.

En un censo de 20,7 millones de votantes, sumado al hecho de que el CNE no ofreciera cifras concretas de abstención, las acusaciones no tardaron en aflorar entre los dirigentes opositores y algunos expertos que interpretaron el anuncio como una forma de maquillar una «débil» participación. En ese sentido, el partido Voluntad Popular rechazó los resultados y exigió una observación internacional «imparcial» y una auditoría del proceso luego de que horas antes del cierre de los colegios afirmara que había centros de votación vacíos.

El triunfo, en cualquier caso, de la consulta popular -que se prolongó dos horas más por decisión del CNE- supone el desarrollo de un plan para otorgar la ciudadanía y carnet de identidad a los habitantes de Esequibo, «conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano», señaló Amoroso.

De igual manera, las autoridades electorales precisaron que el 'sí' cosechó igualmente porcentajes superiores al 95% en el resto de las cuatro preguntas, que contemplaban el rechazo al laudo arbitral de París de 1899, que definió los límites actuales. Tampoco reconocen la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo tribunal de Naciones Unidas, que se ha declarado competente en el conflicto. Venezuela argumenta de forma reiterada que el río Esequibo es la frontera natural, como en 1777, cuando era colonia española.

Por el contrario, los participantes en el referéndum sí habrían avalado con un 98,11% de los votos el Acuerdo de Ginebra de 1966 «como único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana». Este pacto, que sienta las bases para una negociación, fue firmado en 1966 antes de la independencia de Guyana del Reino Unido. De igual manera, la consulta recogió el rechazo al uso de las aguas marítimas del Esequibo, donde las autoridades de Georgetown y el gigante energético estadounidense ExxonMobil han comenzado ya la explotación del petróleo descubierto hace ocho años.

La votación popular en Venezuela fue calificada por el presidente guyanés, Irfaan Ali, como «una amenaza». En cualquier caso, dijo que sus ciudadanos no tienen «nada que temer». «No nos dejaremos pisotear», aseveró en un discurso ante una multitud en el Estadio Nacional de Providence. En la misma línea advirtió de que «el país no sucumbirá a amenaza alguna y está preparado para protegerse». «Estamos trabajando sin descanso para garantizar que nuestras fronteras permanezcan intactas y que la población y nuestro país sigan estando seguros», añadió en una transmisión en Facebook.

Entretanto, el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, y otros altos funcionarios del Gobierno como la vicepresidenta Delcy Rodríguez, elevaron el tono del contencioso al divulgar un vídeo en el que se ve a indígenas sustituyendo una bandera de Guyana en un poste con una enseña venezolana. La secuencia, cuya veracidad cuestionó el Gobierno de Georgetown mientras calificó los hechos como «propaganda de guerra», fue considerada un acto de provocación ya que la bandera retirada sería la misma que izó el pasado 24 de noviembre el presidente guyanés en la Sierra de Pacaraima, zona en disputa.

Miles de guyaneses formaron paralelamente el domingo cadenas humanas para mostrar su apego a la región. Muchos lucían camisetas con frases como «El Esequibo pertenece a Guyana» y agitaban banderas del país, que cuenta con las mayores reservas per cápita del mundo, equiparables a las de Kuwait.