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La victoria de Nicolás Maduro este domingo en las urnas anunciada por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela ha generado dudas en gran parte de la comunidad internacional. Estados Unidos, la mayoría de países latinoamericanos o la UE han expresado sus sospechas y han llamado ... a la transparencia sobre unos resultados que la oposición rechaza. Pero el presidente venezolano, que con este triunfo podría permanecer en el poder hasta 2031, ha recibido también felicitaciones por parte del puñado de naciones que se mantienen leales al régimen chavista. China, Rusia o, en su entorno más cercano, Cuba, Nicaragua, Honduras y Bolivia le han dado la enhorabuena.
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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, felicitó este lunes a Maduro por su «victoria». «Las relaciones ruso-venezolanas tienen carácter de una asociación estratégica. Estoy seguro de que su acción como jefe del Estado venezolano seguirá contribuyendo a su desarrollo de forma progresiva en todos los ámbitos», afirmó a través de un comunicado. Según sus palabras, las relaciones entre Moscú y Caracas responden a los intereses de dos «pueblos amigos» y «se enmarcan en el deseo mutuo de crear un orden mundial más justo y democrático». El líder chavista, agregó, «es siempre un invitado bienvenido en suelo ruso».
Moscú desde siempre ha venido manteniendo un decidido apoyo a Caracas, especialmente en su antagonismo con Estados Unidos. Además de sus intereses económicos en el sector energético, Moscú ha enviado el país caribeño especialistas y técnicos militares y mercenarios del Grupo Wagner para reforzar la seguridad de Maduro y ambas naciones han firmado numerosos contratos de venta de armas. Los dos presidentes se han reunido varias veces y una flotilla de la Armada rusa efectuó una visita a Venezuela de «cooperación militar» a comienzos de julio. Participaron en el despliegue la fragata Admiral Gorshkov y el buque cisterna Akademik Pashin, que atracaron en el puerto de La Guaira y pasaron también por La Habana.
Cuba es otro de los países amigos de Venezuela que en las últimas horas ha dado la enhorabuena al régimen chavista por su «histórico triunfo» en las urnas. Lo hizo a través de una llamada telefónica en la que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, habló con el hermano de Maduro para «transmitirle calurosas felicitaciones» por su victoria. «Triunfó la dignidad y el valor del pueblo sobre presiones y manipulaciones», destacó desde La Habana el mandatario, quien subrayó que su homólogo venezolano «venció limpiamente a la oposición pro imperialista de forma inequívoca».
Luis Arce, presidente de Bolivia, se ha pronunciado en la misma línea al recalcar «que se haya respetado la voluntad del pueblo venezolano en las urnas» y ha abogado por avanzar en «la integración soberana» de ambos países. También Daniel Ortega, al frente de Nicaragua, se ha alegrado de la «gran victoria» en las urnas, mientras que la mandataria hondureña, Xiomara Castro, ha enviado un «saludo democrático, socialista y revolucionario» a Maduro, a quien ha atribuido un «inobjetable triunfo».
El presidente venezolano ha recibido también la felicitación de China, con la que mantiene una relación estrecha. El gigante asiático ha dicho a través de Lin Jian, portavoz de su diplomacia, estar «dispuesto a enriquecer la asociación estratégica» entre ambas naciones y a «hacer que los pueblos de los dos países se beneficien» de esa unión.
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