EE UU reconoce la victoria de la oposición en Venezuela y aumenta la presión sobre Maduro

Con el país en punto muerto y actos de protesta en las calles, los principales Estados latinoamericanos y la Casa Blanca han activado la vía diplomática para buscar una solución negociada para Venezuela, ahora sumida en una ola de violencia. Según la organización Human Rights Watch, hay ya veinte muertos. La cifra de detenidos se eleva a más de mil, según los datos de la Fiscalía. Incluso países cercanos al régimen chavista como Brasil, Colombia y México han pedido a Maduro que presente las actas. Los presidentes Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia) y Andrés López Obrador (México) hablaron ayer por teléfono.

Pero el Gobierno venezolano sigue sin mostrar las pruebas de su victoria pese a la presión internacional. Y crecen las dudas sobre la limpieza del recuento y, también, la incertidumbre sobre el futuro del país. Este jueves, Maduro ha solicitado una entrevista telefónica con el presidente de Brasil, Lula da Silva. Antes, había pedido una auditoría sobre el proceso electoral al Tribunal Supremo venezolano, un órgano bajo su control.

La iniciativa de Maduro parece poco creíble ante las «pruebas irrefutables» del fraude electoral presentadas por la oposición, que supo prever lo que iba a suceder. Edmundo González y María Corina Machado distribuyeron 90.000 testigos en 30.000 mesas electorales. Estos voluntarios salvaguardaron los documentos de los centros electorales.

Así consiguieron el 80% de las actas y luego difundieron los datos, que dan la victoria a González por varios millones de votos. La oposición, como recoge la BBC, ha perfeccionado este sistema durante años gracias a la experiencia en comicios anteriores. Llegaron a conocer a fondo el mecanismo electoral del chavismo y montaron una red de control paralela para evitar un posible fraude. Es como si hubieran clonado la base de datos del registro electoral en cada mesa. Además, crearon una aplicación digital para subir las actas y un servidor seguro para resguardarlas y verificar su autenticidad.

Estados Unidos da por bueno ese recuento. Brian Nichols, representante de EEUU ante la OEA, aprovechó la reunión del urgencia del organismo para dar como vencedor de los comicios a González. Criticó que tras días de peticiones para que se publiquen los resultados por mesa electoral el chavismo no ha mostrado ni datos ni pruebas. «La respuesta parece ser muy clara: o saben que los resultados dan a González como ganador y no quieren presentarlos, o saben que González venció y Maduro necesita preparar documentos falsificados que respalden su postura», sentenció.

«Maduro y sus representantes deben reconocer a Edmundo como ganador de las elecciones presidenciales. El mundo debe reconocer también la victoria de González. Aquellos que no lo hagan estarán facilitando el masivo intento de fraude de Maduro y su falta de respeto del Estado de derecho y de los principios democráticos», agregó.

Mientras parte de la población venezolana se moviliza contra el régimen chavista, la OEA no consiguió acordar una resolución para exigir a Maduro la publicación de la actas. En total, 17 países votaron a favor y hubo 11 abstenciones, entre ellas las de Brasil, Colombia y Bolivia. México y otros cuatro miembros no acudieron a la cita. Una medida así necesita ser aprobada por mayoría absoluta. Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió al Tribunal Penal Internacional que emita una orden de arresto contra Maduro por la «brutal ferocidad» en la represión de las protestas, convertidas en un «baño de sangre».