El opositor Edmundo González declina comparecer ante el fiscal general, que vuelve a citarlo

La comparecencia estaba prevista a las diez de la mañana (alrededor de las cuatro de la tarde en España). González se retrasaba. Tras dejar pasar casi una hora y comprobar que no acudiría, el Ministerio Público volvió a emplazarle. Se desconoce si el líder opositor o su abogado mantuvieron alguna comunicación con la oficina del fiscal. La nueva cita será este martes y el departamento ya ha advertido al candidato de su «deber» de asistir. Sin embargo, Urrutia, que pasó a la clandestinidad de un «refugio seguro» dos días más tarde de las elecciones, es muy probable que tampoco se presente en el despacho de la Fiscalía General, cuyo comportamiento compara con el de un «acusador político».

Formalmente, la Fiscalía investiga si el candidato suplantó las funciones de la Comisión Nacional Electoral cuando su coalición colgó en la red el escrutinio de los comicios del 28 de julio. El 83% de las actas que pudieron recoger los delegados de mesa darían a González un holgado triunfo respecto al presidente reelecto, Nicolás Maduro. El fiscal también parece tener en cartera otras posibles acusaciones como la de instigar a la desobediencia civil, provocar delitos informáticos (por el presunto hackeo del sistema electrónico de votación que denuncia el oficialismo), conspirar o contribuir al desarrollo de las manifestaciones por el pucherazo electoral.

«Venezolanos, rindo declaración ante ustedes, quienes son los garantes de la soberanía popular», escribió el líder opositor este lunes de madrugada en la red X. Al igual que él, María Corina Machado, la cara más reconocible del movimiento opositor, se ha visto obligada a sumergirse en el anonimato. Tan solo ha hecho sendas apariciones en las dos grandes concentraciones convocadas en Caracas por la «transparencia» electoral.

Los dos miembros de la papeleta electoral toman estrictas medidas de seguridad en sus desplazamientos ante la ola de represión desatada por el Gobierno de Maduro, que ha supuesto ya más de 2.400 detenciones. De Urrutia se ha llegado a decir que estaría en un país extranjero.

El contexto tampoco es propicio. Al menos una veintena de dirigentes de la oposición han sido detenidos en las últimas semanas. Vente Venezuela, el partido que dirige Machado y forma parte de la coalición disidente, denunció el pasado domingo el arresto de su secretario político en el Estado de Miranda, Luis Istúriz. Seis hombres armados se lo llevaron junto a su mujer. Luego, su vivienda fue registrada por agentes del servicio de Inteligencia venezolano.

La Policía arrestó el domingo también a la periodista de espectáculos Carmela Longo. La veterana y popular reportera, que fue despedida el pasado día 20 del periódico en el que trabajaba, afín al régimen, fue conducida a un centro de detención junto con su hijo, menor de edad. Este lunes fue puesta en libertad condicional imputada por «terrorismo» e «incitación al odio». Longo comparecerá este martes ante la Justicia. Desde el 28 de julio, seis periodistas han sido detenidos y decenas de ellos, despedidos de sus medios por tener contacto con miembros de la oposición política o denunciar el fraude electoral.

Antes de Longo, la Policía Nacional Bolivariana arrestó la semana pasada a la reportera Ana Carolina Guaita. Sus padres, miembros conocidos del movimiento crítico contra Maduro, viven escondidos y sospechan que la detención de su hija trata de forzarles a salir de la clandestinidad.